Pasar una temporada fuera de casa y llevar al gato es posible si los amos se preocupan de todos los detalles para que su mascota esté tranquila y contenta. Y es que los gatos son altamente territoriales, por lo que para ellos abandonar su morada habitual puede resultar una situación de estrés, ya sea para irse de vacaciones o en caso de un cambio definitivo.
“Para un gato, un cambio de casa temporal o permanente significa dejar el territorio al que está vinculado, donde ha puesto marcas en sus lugares favoritos”, explica Francisca Montero, médico veterinario de Royal Canin.
A la casa de veraneo
Sea en la playa o en el campo, sea arrendada o propia, la casa donde se va a pasar las vacaciones debe estar libre de olores de otros gatos, por lo que necesita un buen aseo previo.
El siguiente paso es lograr que la mascota encuentre sus propios olores en la casa de veraneo, lo que se puede lograr llevando objetos del hogar, como alfombras, frazadas y cojines. También puede ser una ayuda el rociar feromonas sintéticas en la nueva casa y en la jaula de transporte.
Lo mismo aplica si el cambio de casa es definitivo. Se debe evitar cambiar los muebles, ya que los gatos se sentirán más tranquilos si encuentran objetos donde podrán encontrar olores familiares.
“Si la familia va con su gato a otra casa de vacaciones, debe llevar su bandeja de arena usada, para que lo identifique como su lugar para hacer sus necesidades”, indica Francisca Montero, médico veterinario de Royal Canin.
Rutinas
Una vez instalados en las nuevas dependencias, los amos deben preocuparse de mantener los mismos horarios de comida de la mascota, y evitar hacer cambios bruscos de alimentación. “Si no es posible conseguir el alimento habitual, se debe planificar un cambio paulatino, incorporando poco a poco el alimento nuevo a las croquetas acostumbradas”, recomienda Francisca Montero.
Eso sí, cuando el cambio de casa es definitivo, una alimentación especial puede ayudar al gato a adaptarse mejor y regular la ansiedad que puede producir la mudanza. “Existen alimentos específicos recomendados para enfrentar mejor las situaciones de estrés que permiten combatir los trastornos digestivos, cutáneos y urinarios que puedan aparecer en estas circunstancias”, señala la especialista de Royal Canin.
¿Y si la mascota es un perro?
En el caso de los canes, éstos no ofrecen mayores problemas para adaptarse a nuevos espacios si están junto a sus amos. Eso sí, es mejor evitar que estén en medio de los preparativos del viaje o mudanza, ya que también podrían sentirse estresados. En la nueva casa deben seguir usando sus platos habituales, su frazada favorita y sus juguetes, además de mantener las rutinas de alimentación y ejercicio.
Lo más importante es que los amos no descuiden a su mascota si están de vacaciones, y mantengan los cuidados si el cambio de casa es definitivo.