La alcaldía de París se propone invertir 300 millones de euros para dar «más atractivo» a la Torre Eiffel, el monumento de pago más visitado del mundo, con más seis millones de visitantes por año. Tras un largo proceso de construcción, acompañado de las más agrias polémicas, cuando se temía que un monumento de ese tipo «deformase con su mal gusto» la «imagen cosmopolita de París», la Torre Eiffel se inauguró con motivo de la Exposición universal de 1889. Ciento veintiocho años más tarde, Anne Hidalgo, alcaldesa de París, espera que la legendaria torre sea una baza significativa para conseguir para su ciudad la Exposición universal de 2025. París también es candidata a la organización de los Juego Paraolímpicos de 2024. Y la alcaldía considera oportuno comenzar con rapidez las obras y trabajos que pudieran favorecer esas candidaturas.
Lo esencial de los 300 millones de inversiones (veinte al año, en contraste con los 13,7 que se dedican ahora) debieran utilizarse antes de la Exposición Universal de 2025, dentro de ocho años cortos. Se trata, en ese plazo de tiempo, de realizar reformas básicas en terrenos sensibles: modernización de los ascensores, renovación y pintura de una estructura metálica siempre necesitada de «retoques» de muy diversa naturaleza. También el centelleo de la iluminación que ven los parisinos por la noche será reformado.
En su día llegó a pensarse que la Torre Eiffel podía convertirse temporalmente en una suerte de «símbolo ecológico», una especie de gran jardín colgante. Proyecto tan visionario fue abandonado muy pronto. Están previstos trabajos mucho más modestos, pero imprescindibles. Cuando llueve o nieva, los sufridos turistas deben hacer cola, a la intemperie, si desean subir a la Torre. Han comenzado a estudiarse nuevas «estructuras de acogida» para ofrecer cobijo incluso los días de peor tiempo, siempre fatales para el turismo.
La alcaldía, la sociedad municipal que explota la Torre Eiffel y el ministerio del Interior han comenzado a trabajar, así mismo, en el tipo de inversiones estructurales más adecuadas para mejorar la seguridad dentro y fuera del monumento, ya que, comenta la alcaldesa, «desgraciadamente, la amenaza terrorista va para largo».
Fuente: ABC