Este domingo se realizó la votación de la Unión Demócrata Independente (UDI) para renovar la directiva que estrenó el modelo “un militante un voto”. Llama la atención –al igual que en los partidos del oficialismo- que siendo un partido a nivel nacional y en el caso de la UDI el principal partido de oposición los electores militantes sólo alcanzaron a los 6.805, evidenciando la total desafección de la gente con al política partidista. Este problema es común para todos los partidos que con suerte llegan a los 10 mil militantes.
Se enfrentaron dos proyectos políticos diferentes, uno más moderno y moderado liderado por el diputado Jaime Bellolio que logró 2.560 sufragios, frente a la propuesta más conservadora y apoyada por los llamados “coroneles” liderada por la senadora penquista Jacqueline van Rysselberghe que obtuvo 4.245 votos (62,4%) coronándose como la nueva y primera presidenta del gremialismo.
Luego de confirmado el triunfo la parlamentaria dijo que “Mi compromiso es claro: lograr la plena unidad interna», imediatamente arremetió duramente contra el gobierno al que calificó de inepto: «Para volver a ofrecer a todos los chilenos un camino de progreso, un camino de libertad que permita cambiar a este Gobierno inepto que nos ha truncado el camino de desarrollo por el cual veníamos caminando».
Por su parte el diputado Bellolio advirtió que la UDI cambio y no volverá atrás: «Lo que se produjo a partir de hoy día es que los militantes levantaron la voz y, entonces, las decisiones no van a ser nunca más tomadas solamente en Santiago. Hoy día va a tener que haber obligatoriamente un liderazgo más horizontal que incorpore a las comunes, que incorpore a la regiones, donde no se va a callar a nadie que piense distinto, en donde va a poder haber diversidad a lo largo de todo el país», afirmó el parlamentario.