El arzobispo de Santiago y cardenal de la Iglesia Católica, Ricardo Ezzati, se refirió a la situación de los inmigrantes, durante la celebración del día de la Inmaculada Concepción.
«No podemos cerrar ni el corazon, ni las puertas a los hermanos que vienen a nuestra patria por un futuro mejor», dijo Ezzati, saliendo al paso de los dichos de varios prepresidenciables que se han referido al tema.
Las declaraciones de Ezzatil se dan usto cuando el Gobierno anunció que enviará al Congreso, a fines de 2016 o comienzos de 2017, el proyecto de ley que moderniza la normativa vigente sobre inmigración.
El cardenal Ricardo Ezzati presidió la misa del mediodía en el santuario de la inmaulada en la cumbre del Carro San Cristobal de Santiago.
La eucaristía que estuvo marcada por un mensaje a los chilenos invitando a la unidad, la justicia y solidaridad, con un especial énfasis en la integración de los migrantes.
En su homilía el arzobispo señaló: “Hoy la página de la historia de la sagrada Biblia la podemos ver en nuestras propias relaciones. Nos miramos los unos a los otros buscando lo que nos divide, que uno sea superior al otro o buscando tener la última palabra”, interpelando luego a los asistentes: “Miramos a nuestros vecinos, especialmente a los más pobres y necesitados, como alguien que viene a impedir el desarrollo y progreso de una ciudad. Miramos a los migrantes como competidores del desarrollo y tratamos de mirarlos siempre con desprecio o desconfianza. Cuando Dios no está presente en nuestra historia, lastimosamente la historia de la humanidad se vuelve una historia de guerras, divisiones, egoísmos y falta de solidaridad. Aprendamos de Dios, de su amor, a construir comunión con Él”.
Por ello el arzobispo instó: “No permitamos que nuestro país viva en la desunión, en la competencia y en la falta de solidaridad. Seamos constructores de unidad.Hoy simbólicamente desde el Cerro San Cristóbal, la Virgen María nos está animando a que sí es posible vencer la división, el odio y la indiferencia, y sí es posible construir la solidaridad, construir una ciudad unida, una ciudad de hermanos”, dijo en su predica el máximo jefe de la Iglesia Católica chilena.
Luego en el punto de prensa, al ser consultado por las propuestas de los precandidatos dijo: «La vida de la humanidad siempre está marcada por este fenómeno. Hay dos conceptos fundamentales, el primero es la acogida, no podemos cerrar ni el corazón ni las puertas a hermanos y hermanos que vienen a nuestra patria».