“Nuestra bandera fue, en la tierra entera, sinónimo de dolor, de herida y de búsqueda de la libertad. Nuestra bandera flameó en decenas de países, en las casas de los exiliados y también de quienes eran solidarios con nuestra historia”, señaló emocionada la Presidenta Bachelet, durante la ceremonia en que entregó la enseña nacional al Museo de la Memoria.
Esta bandera fue sacada de La Moneda durante una licitación para realizar arreglos en el Palacio después del bombardeo del 11 de septiembre de 1973. Se encontraba en la gaveta de una oficina y permaneció guardada por un particular que la entregó de manera anónima.
El pabellón nacional corresponde aun estandarte presidencial anterior al año 1967, ya que su escudo está pintado y el Decreto 1534 del 12 de diciembre de 1967 establece que el escudo nacional debe ser bordado.
“Esta bandera, dañada por el uso, el paso del tiempo pero también por el incendio de La Moneda, fue custodiada por más de 40 años por una persona que, hace algún tiempo, la entregara al ex ministro de Tierras y Colonización del ex Presidente Salvador Allende, don Roberto Cuéllar”, señaló la Mandataria.
“Que el Museo haya sido encargado para evaluar el estado de la bandera y considerar cómo se la puede restaurar y conservar de mejor manera, es un signo de su importancia y del significado profundo de su valor: mantener viva y visible nuestra memoria, permitirnos visualizar qué hemos sido y qué ha ocurrido en nuestra historia, para proyectar nuestra dignidad civilizatoria al futuro. Para garantizar la vigencia permanente del nunca más, y nuestro compromiso irrestricto con la democracia y los derechos humanos”, dijo la Presidenta.