Los chilenos estamos tomando mayor conciencia sobre nuestra previsión y los montos con que vamos a pensionarnos. En medio de todo el debate que existe para mejorar los montos de las jubilaciones de millones de chilenos, existe un consenso entre autoridades y expertos sobre que el ahorro adicional a la cotización obligatoria es una de las mejores formas que existen actualmente para lograr una mejor pensión. El tema cobra especial relevancia en un contexto donde la expectativa de vida se ha incrementado significativamente, es decir, con tiempo suficiente para disfrutar los frutos de toda una vida esforzada de trabajo y compartir con los seres queridos.
Mientras se resuelve el debate por los cambios al sistema de pensiones, el sistema Ahorro Previsional Voluntario (APV) emerge como la principal herramienta para mejorar las jubilaciones.
Este mecanismo de ahorro permite a las personas dependientes e independientes, ahorrar por sobre lo cotizado obligatoriamente en su AFP. De acuerdo a una proyección de Zurich Administradora General de Fondos, un hombre que comienza a ahorrar $50 mil en un APV desde los 25 años hasta los 65 años, puede añadir a su pensión $460 mil. Mientras que un hombre que comienza a ahorrar $100 mil desde los 35 años hasta igual edad, puede adicionar a su pensión casi $500 mil. En ambos casos, considerando la expectativa de vida actual y que la persona se pensiona a los 65 años.
Si te entusiasmó la idea de contar con un APV, aquí te dejamos algunas recomendaciones sobre los aspectos que hay que considerar al momento de elegirlo.
Se sugiere comenzar con este ahorro adicional a la edad más temprana posible, y el primero paso es elegir en qué institución se desea suscribir un APV. Existen varias opciones: AFP, compañías de seguros, bancos, FFMM, intermediarios de valores y fondos para la vivienda.
Hay que considerar que para el APV existen dos regímenes tributarios para ahorrar, que contienen incentivos que deben ser evaluados por cada ahorran.
La alternativa tributaria A, es aquella que permite recibir una bonificación fiscal, equivalente al 15 % del total del ahorro personal con un tope de 6 UTM por año. Quienes se benefician de mejor manera con esta alternativa, son aquellas personas que se ubican en el tramo de impuesto del 13,5% hacia abajo, de acuerdo al impuesto de segunda categoría.En otras palabras, es un aporte estatal que se adiciona al ahorro personal.
Es importante destacar, que la bonificación fiscal, se abonará anualmente a la cuenta del ahorrante, pero no es de su disponibilidad, cuyo saldo acumulado solo podrá ser utilizado al momento de pensionarse para incrementar la pensión. Si por algún motivo, un ahorrante retira los dineros personales ahorrados en APV para otros fines que no sea pensión, la bonificación fiscal asociada a dichos ahorros debe ser devuelta al fisco por la respectiva administradora que tenía en ese momento.
La alternativa tributaria B, es aquella que permite gozar del beneficio tributario que se indica en el N°1 del Art. 42 bis de la Ley de Impuesto a la Renta, que considera utilizar el beneficio tributario sobre 50 UF mensuales, con un máximo anual de 600 UF anuales. En concreto, este aporte es rebajado de la base tributable del contribuyente y, por ende, se obtiene el beneficio tributario de no pagar impuesto sobre el monto ahorrado. Si el ahorro del APV es retirado para otros fines que no sea pensión, se aplicará un impuesto único al retiro, equivalente al Global Complementario más un recargo que va entre el 3% y el 7%.
Cada persona debe utilizar el mecanismo que más se acomode a su situación. En general, la alternativa de Bonificación Fiscal es recomendable para las rentas más bajas, que no están afectas a impuestos o son gravadas en los primeros tramos de la tabla de impuesto (único o Global Complementario). Por ejemplo, podría ser recomendable para las personas que recién se inician en el mercado laboral. En cambio, para las personas que tienen rentas más altas, el beneficio estará en la postergación de pago de impuesto que entrega la alternativa B.
Una correcta asesoría en la elección del plan, sumado a una institución administradora de confianza son puntos clave del proceso, que entregará los lineamientos para tomar la mejor decisión en un tema tan crucial como la jubilación.