“¿Sabes que no es un perro, verdad?” se lo dijeron al dueño cuando él llevó a Neón a un refugio “Conexión de los lobos”. Esto ocurrió justo después de que el comportamiento de Neón se hizo insoportable. Neón excavaba por debajo de la valla o la saltaba para jugar con los perros de los vecinos y siempre encontraba manera de escapar. El cachorro no se interesaba en los premios (lo que es muy raro para un perro) ni en la interacción humana (con la única excepción de su dueño). Le importaban solamente los otros perros y encontrar a su manada.
Esta conducta es típica para los lobos – Neón resultó ser el perro con mayor cantidad de genes de lobo. El cachorro no solamente tenía rasgos físicos de un lobo, como los ojos ámbar y un pelaje áspero, pero también demostró conducta de un lobo que no está adaptado para llevar una vida de un perro domesticado. El dueño se dio cuenta de esto y aceptó que se llevara a Neón a un refugio especial para perros lobo. ¡Allí Neón está feliz por fin al encontrar a su manada que deseaba!