“Decidimos que necesitábamos un gato para que nos ayudara con nuestro problema de roedores”, dice la sargento Kylie Riddell. “Ya teníamos caballos policías, así que pensamos, ¿por qué no un gato policía?”, aseguró.
Este elegante gato pelirrojo, necesitaba un hogar permanente. Una amiga de la sargento Riddell había alojado al gato temporalmente, así que la unión fue natural.
“Él camina muy erguido y elegante mientras a los demás policías les dan sus tareas del día. Después, patrulla los establos mientras los encargados limpian la residencia de los equinos. Y después de eso, por lo general, es hora de la siesta”.
Aunque duerme la mayor parte del día, lo que por suerte no es un problema en su labor policial. Su lugar favorito es sobre los fardos de paja, y si hay mucho movimiento ahí, también prefiere el asiento del montador de carga que opera en el establo.
Cuando no duerme, Ed patrulla los establos para mantener a sus colegas caballos libres de la plaga de roedores.