Este jueves, en la sede de Naciones Unidas en Nueva York, la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, intervino en el en Diálogo de Alto nivel sobre “Océanos Sostenibles y la Economía Azul”.
“Los océanos sostienen la vida en la Tierra y nuestro bienestar colectivo. Produce la mitad del oxígeno que cada ser humano respira, absorbe el 25% de todo el dióxido de carbono emitido por las actividades humanas, y capta aproximadamente el 90% del calor antropogénico añadido al sistema global”, dijo la Mandataria en el inicio de su intervención.
Sin embargo, explicó, “es fundamental para la creación de riqueza económica, con una contribución estimada de US$ 3 a 6 billones de dólares para la economía mundial. El 90% de los productos comercializados mundialmente son transportados por vía marítima; el sector pesquero proporciona a 4,2 millones de personas más del 15% de la proteína animal consumida, y las zonas costeras entregan servicios cruciales para las comunidades locales”., explicó Bachelet.
Frente a este escenario, la Jefa de Estado, afirmó que “los océanos ya están experimentando un estrés significativo, ahora agravado por el aumento de las concentraciones de CO2 que afectan gravemente a la vida marina”.
En este contexto, manifestó que “Chile está comprometido en preservar el océano”, y destacó las asociaciones que el país ha establecido con otras naciones en iniciativas como las Conferencias “Our Ocean” y la Declaración «Because the Ocean», junto con Francia y Mónaco, en el contexto de la Convención Marco sobre el Cambio Climático.
“Necesitamos fortalecer la cooperación internacional en cuestiones de protección del medio marino y la conservación. Es en este espíritu que Chile organizó la Conferencia ‘Our Ocean’, en Valparaíso, en octubre de 2015, promoviendo la acción y compromisos de los gobiernos, el sector privado, la sociedad civil, instituciones, fundaciones, organismos académicos y otros. Se llegó a 80 nuevas iniciativas con un valor de más de 2,1 mil millones de dólares en la protección y conservación marina”, valoró.
La Mandataria recordó que en 2015, 23 países firmaron la Declaración «Because the Ocean”, y en Washington, en el contexto de la Conferencia “Our Ocean” 2016, “Chile, en colaboración con la National Geographic Society, organizó un taller con las partes interesadas con el fin de intercambiar puntos de vista sobre las relaciones entre el clima y el océano. Una de las cuestiones es que el océano ha estado, en gran medida, ausente de las negociaciones sobre el clima, a pesar de que ha sido reconocido como uno de los principales sumideros de carbono, los cuales nos hemos comprometido a ‘conservar y mejorar’”.
La Presidenta resaltó que “nuestros océanos son fuente de vida y se les han amenazado. Hay que actuar”, y detalló que “hemos decidido dar el ejemplo mediante la creación de Áreas Marinas Protegidas (AMP) dentro de nuestra jurisdicción nacional. El 24 de agosto, se aprobó formalmente la creación del Área Marina Protegida Nazca-Desventuradas en la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de las Islas San Félix y San Ambrosio. Cubre 300 mil kilómetros cuadrados y es la más grande de América del Sur”.
Además, explicó que junto con la comunidad de Rapa Nui se trabaja para asegurar que la conservación marina esté en el centro del nuevo Estatuto de Territorio Especial de Isla de Pascua, actualmente en fase de consulta; contó que en nuestro país se aprobó la Ley de Promoción de Reciclaje, que fija objetivos anuales para la recuperación de los aceites lubricantes, productos electrónicos, baterías, neumáticos y otros artículos que han terminado su vida productiva; y se trabaja en la implementación de una Nueva Política para combatir la Pesca Ilegal.
Al concluir su intervención reafirmó que “vamos a trabajar fuertemente en esto porque creemos que una gestión cuidadosa de este esencial recurso mundial es una característica clave de un futuro sostenible. Y al final, todo depende de que cuidemos nuestros océanos”.
Chile será el anfitrión del Cuarto Congreso Internacional de Áreas Marinas Protegidas (IMPAC 4), en septiembre de 2017, con el apoyo de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
El objetivo de la reunión es contribuir a obtener la meta de proteger el 10% de los océanos del mundo al 2020, según la definición de la Convención sobre la Diversidad Biológica.