El pasado lunes 8 de agosto, los pescadores artesanales de Aysén y Puerto Cisnes presentaron una acción legal en contra del senador DC Patricio Walker por el presunto delito de cohecho.
Esto, por su participación en el financiamiento de Iván Fuentes -cuando era dirigente sindical y luego como candidato- por parte de las empresas agrupadas en la Federación de Industrias Pesqueras del Sur austral (Fipes).
Hechos que fueron corroborados por el propio parlamentario en un reportaje de Informe Especial de TVN. «Teníamos que financiarnos de alguna manera», dijo en la ocasión.
Matías Ramírez, abogado del caso, explicó entonces a Infogate que «los hechos que se han dado a conocer públicamente tienen relación con la intención de defender intereses de estas empresas cuando se discutía la Ley de Pesca en el año 2012».
Precisamente, Fuentes confesó a la periodista Paulina de Allende-Salazar haber recibido entre 2012 y 2013 -cuando era dirigente de los pescadores- un financiamiento mensual de la Fipes.
La investigación periodística da cuenta de una serie de correos electrónicos entre la gerente general de Fipes, Valeria Carvajal, y el Consejo Regional de los Fiordos y Archipiélagos de Aysén (Corfapa), organización que era presidida entonces por Fuentes.
El legislador recibía un financiamiento mensual de $1.5 millones. De igual modo, el vicepresidente de Corfapa, Misael Ruiz, era beneficiario de aportes.
Además, Fuentes recibió otros fondos cuando era candidato a diputado. Dineros que fueron gestionados por el senador DC por Aysén, Patricio Walker.
«La información pública que se ha conocido da cuenta de que el senador Patricio Walker habría solicitado a una de estas empresas -no se ha determinado aún si es la empresa Friosur S.A. o la Fipes, o ambas incluso- para que entregaran recursos. No sabemos si para beneficio personal o efectivamente para financiamiento para campañas políticas», señaló Matías Ramírez a Infogate.
«Lo que queremos es desbaratar esta red de corrupción de la pesca industrial. ASIPNOR en el norte, ASIPES en el centro sur y Fipes en la zona austral. Son agrupaciones gremiales industriales que su objetivo era corromper parlamentarios y dirigentes gremiales. Creemos que han logrado su objetivo. Es una ley hecha a su medida en el año 2012. Aquí en la región de Aysén no sólo se financian determinadas castas familiares políticas, en este caso los Walker, quienes no sólo controlan esta región, sino que influyen en tal magnitud, que tenemos el temor que esta investigación no avance hasta el puerto determinado», temió entonces el abogado.
Poco después, fue el removido fiscal Emiliano Arias quien había precisamente impulsado investigar la arista Fipes en la tramitación de la Ley de Pesca.
El portal El Desconcierto analiza hoy al poderoso clan Del Río, detalla sus negocios, sus redes y su rol en la tramitación de la polémica «Ley Longueira».
Los del Río Goudie está compuesto por siete hermanos, quienes cuentan negocios en varios sectores de la economía nacional: agricultura, inmobiliarias, viñas, pesqueras, automotoras, fútbol y el retail.
Su patriarca fue José Luis del Río Rondanelli, quien falleció en 2003. Fue fundador de Sodimac y uno de los fundadores de la Falange Nacional. Más tarde llegó a ser vicepresidente de la Democracia Cristiana.
El poderoso clan dividió en 2009 sus negocios en dos: Por una parte quedó el grupo Inder, administrador de las pesqueras y salmoneras de la familia, liderado por José Luis, Bárbara, Sebastián e Ignacio; Por otra parte, se estableció el grupo Derco, dedicado al negocio automotriz y conducido por Juan Pablo Carolina y Felipe.
Todos ellos mantienen a la vez una activa participación en el directorio de Falabella. Allí, comparten con el grupo Solari, dueño del holding Bethia, que también tiene negocios en la industria salmonera.
Actualmente, José Luis del Río Goudie es el líder del grupo y principal controlador de Inder. Tal como consigna El Desconcierto, notorias ha sido sus apariciones en la prensa, destacándose cuando aplaudió las propuestas de José Piñera respecto al sistema de pensiones.
Los Del Río tienen el control casi absoluto de la Federación de Industrias Pesqueras del Sur austral, formada por Friosur, Empdepes y Pesca Chile.
En 2013, adquirieron las cuotas de merluza de Pesca Chile, que pertenecía al grupo español Pescanova hasta su quiebra en 2013.
Emdepes, que pertenece a la empresa japonesa Nippon Suisan América Latina, mantiene una conexión estrecha con los Del Río. De hecho, José Luis aparece como miembro de su directorio en el Diario Oficial.
Según el reportaje de Informe Especial, Friosur y Emdepes hicieron pagos a Iván Fuentes cuando era dirigente del movimiento pesquero de la zona, en pre campaña y en la campaña parlamentaria.
El primer pago es el más polémico, por cuanto benefició directamente a los Del Río. Ciper Chile dio a conocer una serie de emails que dan cuenta de los pagos organizados por Valeria Carvajal, gerenta general de Fipes, para que Iván Fuentes viaje a Santiago y Valparaíso durante la discusión de la Ley de Pesca.
Su objetivo: lograr una indicación que permitiera a los pescadores artesanales vender el 100 por ciento de su cuota al sector industrial.
Gracias a las diligencias realizadas por la PDI, hoy el fiscal Pedro Salgado, tiene acceso a los correos y cuentas bancarias entre los años 2011 y 2014 de Friosur y Emdepes.
El resto de la familia del Río está compuesta por Juan Pablo, Ignacio, Carolina, Felipe y Sebastián. El primero, es el presidente de Sodimac y de la distribuidora automotriz Derco. Es además miembro del directorio de Cruzados SADP y tiene negocios inmobiliarios con Delsa y la Constructora de Santa María.
El segundo está relacionado con la Agricultura, es socio de San José Farms, una de las mayores exportadoras de arándonos del país.
En tanto, Carolina mantiene una marca de moda y decoración llamada Laura Ashley y participa en los directorios de Falabella y Derco.
En tanto, Felipe fue intendente de la IV Región entre 2001 y 2006. Luego retornó a los negocios con Derco y el Banco Falabella.
Por último está Sebastián, directivo también de Falabella. En 2012 su esposa Amelia Castro presentó una denuncia por violencia intrafamiliar. Según aseguró la mujer, Del Río le habría gritado «puta de mierda, quiero verte muerte». Los hijos de ambos habrían impedido que la golpeara.
Amelia Castro decidió desistir de toda acción legal.