Se espera que la tasa de crecimiento económico potencial de China en los próximos cinco años se sitúe en un rango de entre un 6,5 y 6,6 por ciento, publicó la agencia Xinhua refiriéndose a un estudio académico.
“China sigue avanzando en la reforma estructural para desencadenar un impulso de crecimiento», indica un informe publicado por la Escuela de Economía de Universidad Renmin de China.
Además del replanteamiento entre el mercado y el gobierno, la reforma estructural debe centrarse en el sector financiero y el mercado de factores, mejorando los estándares de los productos, intensificando la supervisión del mercado y estableciendo un sistema nacional de innovación, manifestó Liu Fengliang, catedrático de la importante universidad y principal compilador del documento.
El desarrollo impulsado por la innovación debe ser el núcleo de un nuevo impulso de crecimiento de China, destacó Liu, quien añadió que la inversión privada en equipos, la agricultura moderna, la fabricación mejorada y la apertura de alta calidad serán todas fuentes importantes de un nuevo impulso de crecimiento.
El crecimiento económico de China se mantuvo estable en el 6,7 por ciento en el segundo trimestre del año, el nivel más bajo desde la crisis financiera global de 2009, pero aún se encuentra en el rango del objetivo gubernamental de entre el 6,5 y el 7 por ciento para 2016.
En medio de la presión económica a la baja, China ha resistido la tentación de soluciones temporales como la flexibilización monetaria agresiva. En su lugar, optó por la reforma estructural como la herramienta para poner a la economía en una senda más sostenible.