Este viernes, la Presidenta Michelle Bachelet, participó en el inicio de las celebraciones por el Día del Vino 2016, en la Plaza de la Constitución, frente al Palacio de La Moneda, en el centro cívico de Santiago.

“Ustedes recordarán que lo instauramos en nuestro Gobierno, para que cada año conmemoremos esto que es una fuente de identidad, pero también de desarrollo. Y hoy día se inician, como corresponde, las festividades del mes de la Patria con la celebración del Día del Vino”, afirmó la máxima autoridad nacional.

En su discurso, destacó que “los vinos chilenos tienen más de 500 años de historia, y desde entonces esta tierra ha entretejido lazos profundos con la vid, gracias al sudor de hombres y mujeres, gracias a generaciones que se han sucedido para mantener vivo el valor y el respeto de esta producción. Una producción que es industrial y comercial pero, sobre todo, gastronómica, cultural y patrimonial”.

En este sentido, resaltó que la industria nacional ha crecido, desarrollado y expandido, y “ha velado por la sustentabilidad, para mantener en óptimas condiciones un producto que contribuye en gran parte a la imagen de Chile alrededor del mundo”.

Chile es el cuarto mayor exportador mundial de vino. El año pasado, el sector exportó un monto de 1.523 millones de dólares en vino embotellado.

“Fíjense que nuestra producción creció de 291 millones de litros en 1995, a 1.114 millones de litros este año, y más del 70% de esto se exporta. Es decir, hemos expandido la producción y la comercialización, por cierto, con un positivo impacto económico y también en lo que implica esto como generación de trabajo”, destacó Bachelet.

Enfatizó que “en la medida que han ido cambiando las condiciones de los mercados internacionales, las exigencias de los consumidores, Chile ha dado prueba de que podemos avanzar al mismo ritmo: así lo hemos hecho en los estándares fitosanitarios, en el tratamiento de las cepas y en la identificación de los suelos más apropiados”.

Asimismo, la Mandataria recordó la reciente inscripción de la primera cepa autóctona de Chile, “la cepa Tamarugal, que ha resistido el paso del tiempo desde la época de la Colonia. Ella fue recuperada gracias al trabajo de investigadores de la Universidad Arturo Prat de Iquique y es un claro ejemplo del rol que puede jugar también la universidad pública, en relación con las necesidades del desarrollo de las regiones”, dijo sobre la industria que da más de 100 mil empleos y que, además, aporta al desarrollo gastronómico y turístico del país.

Al finalizar su discurso, la Jefa de Estado, afirmó que “el vino es desarrollo, pero también es parte de nuestra identidad, es compartir, es profundizar lazos en una sociedad que requiere recuperar más vida comunitaria. Por eso que es tan importante el foco que ha escogido la Asociación de Vinos de Chile este año: el Turismo y la Gastronomía como socios del Vino”.