La esposa del ex Presidente Eduardo Frei, Marta Larraechea, siempre ha tenido una relación “especial” con la jerarquía de la Iglesia Católica. Como Primera Dama se enfrentó duramente a l hoy cardenal emérito Jorge Medina Estévez, por su conservadurismo.
Dese hace unos años, Martita no ha ocultado su resquemor con el actual Papa –argentino- Francisco. De hecho cuando el sumo Pontífice fue a Bolivia y se despacho aquella frase que noqueó a la Cancillería de Chile, al entregar apoyo a la causa boliviana, Martita lo dijo clarito: “Va a Bolivia y aunque se comprometió con la Presidenta, con el Gobierno, a no tocar el tema limítrofe, lo hace igual y apoya la demanda boliviana. Y hasta hoy no lo ha desmentido”.
Anoche, Larraechea fue más clara aún: “Yo creo que el Papa Francisco no nos quiere, no quiere a Chile, porque él no sé si tuvo una ligazón grande con Bolivia, que nos pegó para lo de La Haya, favoreció a Bolivia. No tiene feeling con Chile. Yo estoy convencida de que no nos quiere. Yo lo conozco, he estado con él”.
Ante la pregunta ¿No le gustaría que viniera el Papa a Chile? Martita respondió: “No, no sé a qué va a venir. Si viene a sacar a Barros, sí. Si viene, ese tema no va a poder eludirlo. Yo no sé si va a venir, dice que algún día va a venir…Pero de Argentina, recibe hasta los perros de Argentina, recibe a medio mundo, los argentinos que no se querían con la Cristina, la Cristina pasaba metida en el Vaticano…”
Martita le saca la foto al Papa y no se compra el cuento de que es “bonachón”: “Yo creo que es más de cosas externas que de verdad: por ejemplo, no se pone los zapatitos rojos que se ponía Ratzinger, anda con unas botas negras, anda medio campechano…Todo el mundo sabe que él es cercano, que sé yo. Pero para las cosas importantes es súper cerrado”.
Marta Larraechea pone en duda la imagen progresista que muestra el Pontífice y apunta al caso del cuestonado obispo Juan Barros Madrid, al que ha defendido.