Lejos están los 10 mil 293 millones de dólares que en 2006 aportó CODELCO a las arcas fiscales. Es cierto, el precio del cobre estaba por las nubes, los chinos compraban la producción actual y futura. En ese escenario, varios economistas como Manuel Riesco y Hugo Fazio insistían en la necesidad de dar el siempre postergado salto a un modelo productivo con valor agregado y no anclarnos a la monoproducción. Pero el llamado no fue atendido.
Mientras, el entonces titular de Hacienda, Andrés Velasco, insistía en que los excedentes debían ser invertidos en fondos soberanos en el exterior, mientras la economía interna enfrentaba de manera estoica los embates de una nueva crisis de los mercados, en esa época europea, de la cual costó salir en el viejo continente. En Chile se entregaron más fondos para el empleo a cuenta de 4 mil millones de dólares que fueron inyectados por el Gobierno para el fomento de la contratación de mano de obra joven que, como el mundo reconoce, es la más afectada por el desempleo y por lo tanto la que menos cobra por no contar con capacitación suficiente para acceder a mejores remuneraciones.
Pero la política pública sirvió, aunque no precisamente para el mundo trabajador. Los salarios siguieron bajos, pero sí fue funcional para dar cuenta que la fortaleza del precio del cobre había permitido enfrentar de mejor manera la crisis de la economía de uno de los socios comerciales de Chile.
Sin embargo el buen panorama no duraría para siempre, como adelantaban sin ánimo cabalístico los economistas que señalaban la urgencia de ocupar los recursos en dotar al país de mejores condiciones para su desarrollo económico. En tanto el “concentrado de cobre”, eufemismo para hablar de la piedra en bruto que se lleva en barcos a ser procesada en otras latitudes, salía por montones de distintos puertos, como el de Antofagasta donde BHP Billiton tiene instalada una extensa correa transportadora que baja el material desde la Escondida. Las mineras privadas apenas aportan un tercio de los recursos por concepto de royalty, mientras CODELCO hacía el esfuerzo mayor entregando el restante 70 al 75 por ciento de los fondos al Estado.
El 2006 fue un año significativo en la historia de la empresa pública más importante del país. De hecho, entre 1971 y 2015, el 2006 es el que más reportó fondos al erario nacional. Desde entonces la curva tiene un par de bajas y un nuevo repunte entre 2010 y 2011. Pero de ahí en adelante las cosas cambian y son el reflejo absoluto de que el que compraba dejó de hacerlo. 2015 entonces se transformó en el más bajo, casi similar a los primeros años del 2000, aunque el panorama para este 2016 parece ser peor aún. Según una proyección del propio Gobierno apunta que la caída superaría los 8 puntos porcentuales, situándose en alrededor de los 990 millones de dólares, representando a penas el 2% de los aportes totales al Fisco.
Por eso en CODELCO “no hay un puto peso”.
Así lo reconoció el presidente ejecutivo de la empresa estatal, Nelson Pizarro, en un encuentro precisamente sobre el aporte de la minería a Chile realizada este martes.
En el seminario, Pizarro fue gráfico para referirse al momento de la compañía responsable del 11 por ciento de la producción total de cobre del mundo, pero que en el primer semestre anotó pérdidas por 151 millones de dólares.
“No hay plata, no hay plata viejo, entiéndeme… ¡No hay un puto peso!”, sostiene Pizarro en medio de las risas que reaccionaron en un acto reflejo ante la afirmación del presidente ejecutivo de la minera.
¿La solución? Recortes, una posición dura de los ejecutivos y el reconocimiento de una realidad “muy compleja”.
Habrá que ver entonces dónde se aplican los recortes. Porque si bien es conocido el alto nivel de remuneraciones de los empleados de CODELCO, lo cierto es que los ingresos de su plana ejecutiva, incluyendo al propio Pizarro, están lejos de reflejar la realidad de la mayoría de los trabajadores chilenos.
De hecho, Nelson Pizarro anota un importante aumento de sus remuneraciones entre 2014-2015 al 2015-2016. Si bien en el primer periodo se informa de un ingreso bruto anual de 252.436.967 pesos (líquido 158.675.688), entre agosto de 2015 a julio de 2016 esa cifra aumenta a un ingreso bruto anual de 444.278.022 (líquido 272.961.279).
Mientras, el directorio tiene ingresos mensuales más bien parejos. La ex ministra del Sernam, Laura Albornoz, el economista Dante Contreras, el presidente de la Federación de Trabajadores del Cobre Raimundo Espinoza, el ingeniero comercial Gerardo Jofré, el ingeniero civil en minas Juan Enrique Morales y el también ingeniero comercial Isidoro Palma, tienen una renta cada 30 días de 4.603.032 pesos. En tanto, el ex presidente del directorio de Metro y ex presidente ejecutivo de Alsacia (operadora del Transantiago) Blas Tomic, tiene una renta informada que llega a los 5.753.791. Por su parte, el economista Oscar Landerretche, presidente del directorio, es quien tiene el mayor ingreso con una renta mensual de 6.904.548 pesos.
A continuación los otros ingresos de CODELCO
