Más de 3.000 bomberos, efectivos de Protección Civil y voluntarios trabajan para atajar los 105 incendios que siguen activos en Portugal, de los que 12 están catalogados como importantes o de grandes dimensiones.
El siniestro más grave es el que afecta a la zona de Águeda, en el distrito norteño de Aveiro, debido al fuerte viento que aviva las llamas.
También preocupan los de Meda, Vieira do Minho, Anadia, Castelo de Paiva, Montalegre,Albergaria-a-Velha, Caminha, Viseu, Arcos de Valdevez y otros dos en Arouca, localidades todas situadas al norte del país.
Es el último balance de la Autoridad Nacional de Protección Civil (ANPC) en el que no se incluyen los incendios en el archipiélago atlántico de Madeira, que cuenta con un servicio de protección civil autónomo.
Allí, en la capital de la isla principal, en Funchal, las llamas cobraron la vida de tres personas, otras 300 resultaron heridas y un millar fueron evacuadas.
Los daños materiales aún no han sido cuantificados pero todo apunta a que serán elevados, según las autoridades locales, que hoy recibirán al primer ministro luso,António Costa, para evaluar la situación y los posibles necesidades de ayuda.
Aunque todavía no se tienen datos de las hectáreas calcinadas, esta oleada de fuego se asemeja a las registradas en los años 2003, 2005, 2010 y 2013, que situaron a Portugal como el Estado de la Unión Europea más castigado por el fuego.