viernes, noviembre 22, 2024

Lagos, megalómano

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Si Lagos no existiera habría que inventarlo. Es de esas figuras a las que no es necesario mencionar por su nombre de pila para saber de quien se está hablando, esos íconos como Balmaceda, Alessandri, Aguirre Cerda o Frei Montalva por mencionar algunos en la política. No existe un sólo Lagos. Cuando era presidente algunos se preguntaban: “¿Qué era Lagos antes de ser presidente?” Ahora que – al parecer vuelve a estar en carrera – se despacha otra discusión importante, la de la Crisis Institucional en la que navegamos y, esta vez, logra una objeción oficial desde Palacio. ¿Sabrá la señora lo que es una institución? La familia y – con ella el matrimonio -, son instituciones que están en crisis. Hoy no entendemos lo mismo por matrimonio y/o familia de lo que entendíamos en los ochenta o los noventa. El concepto rector institucional cambia, evoluciona en el tiempo y «más temprano» que tarde como diría Salvador Allende llegará el día en que el matrimonio sea acá lo que es en un país sofisticado como Canadá. Allá, en el mundo, nadie pregunta o asume nada respecto del matrimonio como podría se podía asumir hace 20 o 30 años. En muchos países usted puede tener un padre y madre o dos madres o dos padres o ser monoparental. Los paradigmas con los que se mira la realidad van cambiando y como versa el tango “¡ya nada es igual!”.

La Presidenta logra ver una crisis de confianza y no una institucional. Para otros las hay y de las dos. Una institución no necesita de un edificio como las AFP’s. Pueden necesitarlo el Parlamento, las Fuerzas Armadas, los Partidos Políticos y otros, pero el matrimonio o la democracia no tienen donde alojar. Entonces ¿por qué se siente agredida la Jefa del Estado? ¿Es éste el fuego amigo al que aludió hace poco ?, ¿ Pensará que le están echando la culpa a ella ?. El caballero del dedo decía: “¡Dejen que las instituciones funcionen!”, pero ahora asegura que no funcionan. O sea, alguien podría decir que sabe del tema y la jefa de estado se lo enrostra. Es claro que en una crisis institucional el jefe de Estado puede que no tenga responsabilidad directa de haberla provocado y sin embargo, como bien lo sabe Lagos, tiene la responsabilidad de darse cuenta y hacer algo al respecto, lo que sea. Debe intentar solucionarlo. ¡Eso es lo que se le pide Presidenta!, la idea es que no se entere en Caburgua y por la prensa, que ésta no sea otra intuición desatendida.

La pregunta es si hay o no hay crisis institucional. Con el tiempo es habitual que muchas instituciones dejen de representar lo que alguna vez representaron y pierdan validez o importancia. ¿Son los políticos y los partidos lo que eran antes? ¿Tiene el parlamento la autoridad moral de antaño?. O piense en la Iglesia, la Presidenta no tiene nada que ver acá para que no se ofenda. ¿Respetamos esta iglesia como se respetaba por muchos la Iglesia del Cardenal Silva Henríquez? ¿La iglesia de la Vicaría de la Solidaridad es la misma que la de los abusos a menores o la de los Cardenales Ezzatti o Errázuriz? Pero un estadista como el caballero del “dedo”, entiende o parece entender que esto es la labor del conductor de la nación. Las crisis institucionales son para que éstas se renueven o mueran. La esclavitud, los derechos civiles o el apartheid en Sudáfrica, gracias a Dios, son instituciones que murieron, no pudieron con los tiempos. Todos ellos importaron luchas sociales y líderes como Lincoln, Luther King o Mandela que lograron interpretar los tiempos.

En todo caso para algunos acá tenemos este señor del dedo, corajudo (que duda cabe, como el mismo diría ), que hoy pone el dedo en otra llaga, ya no la del General, ni siquiera en la de la Presidenta enojada con él, sino en lo que son las crisis institucionales. Lagos parece entender que una crisis institucional se supera con el liderazgo adecuado. Pero el tema es problemático, Lagos tiene lo que tienen los hermanos Piñera, es megalómano. Este tipo de personajes cree que puede controlar todo y cambiar el mundo. Irritan a muchos y a otros como León Tolstoi les causan risa. Es que se creen más de lo que son y al mismo tiempo logran convencer a muchos que son incluso más inteligentes de lo que en realidad son. Son unos hechiceros detestables y necesarios al mismo tiempo. Convencen de lo que sea. Personajes como estos crean dinastías, familias de control y hechizo. En muchos lados la política la monopolizan por años un par de familias. Antaño lo fue la familia Alessandri contra la Ibañez, la Frei contra la Allende y ahora parece ser la de Lagos contra los Piñera.

Las instituciones pueden también revivir, una crisis no es una condena de muerte, depende del líder. En Chile hemos tenido varias crisis institucionales, en 1891 fue el régimen portaliano el que sucumbió. Hace casi 100 años fue el turno del régimen parlamentario. Ahí Arturo Alessandri Palma supo que había que ocuparse de ella, conocía la experiencia de Francia que a falta de un buen líder terminó en una revolución sangrienta. La institución de la monarquía es un buen ejemplo de cómo toda historia puede ser conducida de manera distinta. En Inglaterra se escuchó el “clamor del pueblo”, la monarquía se renovó y dio con una” nueva” institución más adecuada a los tiempos : “La monarquía constitucional ”, que luego imitaron el resto de las pocas Casas Reales que pudieron subsistir. O sea, no está todo perdido Presidenta, Lagos no es fuego amigo sino es quien le está señalando el camino porque es su deber ético hacerlo. Nadie le dirá cómo hacerlo Presidenta, sus asesores saben más que cualquiera de nosotros. Tampoco es que se trate de un camino sin retorno, Carabineros, por citar un ejemplo, era una institución que bajo el régimen de Pinochet daba susto, fue tenebrosas y sin embargo hoy, al parecer se han reivindicado. La Justicia parece estar haciendo lo suyo gracias a la reforma procesal penal ( antes hubiera sido impensable que personajes como el » Choclo » Délano u Orpis hjubieran pasados en la cárcel tras juicios televisados ). En cambio, el`parlamento, la presidencia, la iglesia o el fútbol siguen en una honda deuda.

¿Qué era Lagos antes de ser presidente? fue la pregunta durante su gobierno. Hoy esa pregunta puede, para muchos, trasladarse a un : ¿Qué hace Lagos fuera de la presidencia? Qué pena que esto tenga que ser así y sin embargo las crisis requieren de líderes de fuste en los más diversos ámbitos. Churchill fue el líder del momento para detener a Hitler, los líderes requieren de visión y coraje. Para desgracia de muchos no se ve nadie allá afuera capaz de hacer frente a una renovación institucional que evite costos mayores. Los defensores del antiguo orden se afilan los dientes. Gutemberg, Escalona, Walker y otros tantos cortesanos criollos están a la “aguaite” como el barro que se pega al carro de la victoria. Ojalá el señor del “dedo” tenga algo distinto que ofrecer, porque advertir una crisis institucional no es lo mismo que solucionarla. Como decía nuestro “Leon” ¿Francia o Inglaterra? ¡ Esa es la pregunta! Piénselo bien Presidenta.

 

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