Un tercio de los grandes proyectos de cobre que se espera ingresen al mercado entre 2017 y 2022 se emplazarán en Chile, transformándose en el país que más iniciativas mineras aportará en el período.
Codelco será la principal desarrolladora, con tres iniciativas. Se trata de Chuquicamata Subterráneo, Traspaso Andina y Nuevo Nivel Mina El Teniente.
El resto de las compañías opta por el sigilo en momentos de bajos precios y no espera inaugurar más de un megaproyecto.
Según consigna el diario económico, Pulso, un análisis de Codelco, elaborado en base a cifras de Global Commodity Industry Pricing & Market Analysis, CRU por sus siglas en inglés y de la Compañía inglesa que analiza sectores de negocios, Wood Mackenzie, entre 2017 y 2022 se espera que entren 15 proyectos sobre las 90 mil toneladas, de las cuales cinco se emplazarán en Chile, le sigue, Perú que albergará dos iniciativas, una de México y otra de Anglo American.
En cuanto a las iniciativas privadas en el país, dos son las principales, se trata de Quebrada Blanca Fase II y Santo Domingo Sur Iris, la primera perteneciente a la canadiense Teck -que ya ha anunciado que espera ingresar el proyecto de USD 5.000 millones este año a tramitación ambiental- y la segunda de Capstone Mining.
Quebrada Blanca Fase II, proyecto llamado también QB2, es clave para el futuro de la canadiense Teck pues le permitirá alcanzar una capacidad de producción de aproximadamente 200 mil toneladas de cobre fino contenido en concentrado y 5.000 toneladas de molibdeno al año, además de extender su vida productiva en más de 30 años.
En tanto, Santo Domingo Sur Iris es una iniciativa de Capstone que ya cuenta con su permiso ambiental. En septiembre de 2015 la empresa paralizó el proyecto producto de la situación actual del mercado del cobre; sin embargo, prometió retomarlo una vez que se divisen mejores perspectivas.
A estas iniciativas se suma el profundo plan de inversiones que está llevado adelante Codelco para mantener su producción. De sus proyectos estructurales en desarrollo el que está más próximo de concretarse es Chuquicamata Subterránea, el cual debería estar listo para 2019.
La iniciativa considera una inversión superior a los USD 4.000 millones y busca transformar la mina a rajo abierto más grande del mundo en una operación subterránea, elevando su vida útil en al menos 40 años. A la fecha lleva un 30% de avance.
A esta proyecto se le suma el nuevo sistema de traspaso Andina que se encuentra en plena ejecución y se espera concluya su construcción en 2020. Este busca reemplazar el actual sistema de chancado primario y transporte de mineral, la planta cordillera, con el propósito de mantener el nivel actual de procesamiento de mineral.
Por último se encuentra el aproblemado Nuevo Nivel Mina El Teniente, que debió detener su construcción por problemas geomecánicos del macizo rocoso. Sin embargo, tras meses de análisis, la estatal dio con la explicación de la inestabilidad de la mina y apronta un plan para llevarla adelante. Según las últimas iniciativas esta deberá estar operativa en 2023, pero no se descarta que requiera tiempo adicional para su concreción.
Todos estos proyectos suman casi 1 millón de toneladas al año; sin embargo, dicha cifra no se verá traspasada en su totalidad a la producción actual chilena ya que en su mayor parte buscan darle continuidad a las operaciones existentes.