El impacto del cambio climático en América Latina y el Caribe será considerable por su dependencia económica respecto de la agricultura, la baja capacidad adaptativa de su población y la ubicación geográfica de algunos de sus países, señala un nuevo estudio de FAO, CEPAL y ALADI.
El análisis fue presentado este martes en la reunión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), en Santiago de los Caballeros, República Dominicana, como un insumo clave para incorporar la gestión del cambio climático en el Plan para la Seguridad Alimentaria,Nutrición y Erradicación del Hambre de la CELAC 2015.
Según las tres agencias, el sector agrícola es la actividad económica más afectada por el cambio climático, algo fundamental si se considera que aporta el 5% del PIB, el 23% de las exportaciones regionales y emplea al 16% de la población ocupada.
“Con un cambio estructural en sus patrones de producción y consumo, y un gran impulso ambiental, América Latina y el Caribe puede alcanzar el segundo Objetivo de Desarrollo Sostenible, que plantea poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible”, dijo Antonio Prado, Secretario Ejecutivo Adjunto de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), al presentar el informe en República Dominicana.
El informe de las tres agencias destaca que el cambio climático afectará el rendimiento de cultivos, impactará las economías locales y comprometerá la seguridad alimentaria en el Noreste de Brasil, en parte de la región andina y en Centroamérica.
“El reto actual para la región es considerable: cómo continuar su proceso positivo de erradicación del hambre a medida que los efectos del cambio climático se vuelven cada vez más profundos y notorios en sus sistemas productivos”, explicó Raúl Benítez, Representante Regional de la FAO, a los ministros de CELAC.
Los países cuyos sectores agrícolas sufrirán los mayores impactos (Bolivia, Ecuador, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Paraguay) ya enfrentan desafíos importantes en términos de su seguridad alimentaria.
Algunos países de la región, así como la CELAC, ya han dado pasos importantes en el diseño de planes de adaptación al cambio climático para el sector agropecuario, pero el desafío aún es grande. Solo en términos de recursos financieros, sin tomar en cuenta los cambios necesarios de política, se requerirá en torno al 0,02% del PIB regional anual.