Esta mañana en Brasil y tal como habia quedado establecido el martes, la sesión del Senado fue iniciada a las 11:17 de la mañana hora local, por el presidente de la Corte Suprema, quien dirige los trámites en su condición de garante constitucional de un proceso en el que Rousseff responde por unas supuestas irregularidades fiscales que la defensa niega y la acusación ha considerado «completamente probadas».
La votación arrojo 60 a favor de la destitución y 20 en contra. La Mandataria debe dejar inmediatamente el cargo y ahora se está votando si sus derechos civiles también serán restringidos en un plazo de 8 años.
El mecanismo de Brasil
Para que se apruebe la destitución, será necesaria una mayoría calificada de dos tercios, equivalente a 54 votos entre los 81 senadores, una cifra que se presume accesible para los favorables a la salida de la mandataria por la proporción de discursos que se oyeron desde que comenzó el juicio político.
De los 63 senadores que participaron en el debate, que se prolongó hasta la madrugada del miércoles, 42 anunciaron que votarán a favor de que la mandataria pierda el cargo, 18 se pronunciaron en contra y tan sólo tres no aclararon sus intenciones, pero dieron indicios de que se inclinarán por la marcha de Rousseff.
Los únicos legisladores que no aclararon sus intenciones fueron el ex presidente Fernando Collor de Mello, quien renunció a la Presidencia en 1992 durante un proceso similar al que afronta Rousseff, el laborista Acir Gurgacz y Rose de Freitas, correligionaria del presidente interino, Michel Temer.