Como todos los años, en Casa Piedra (Vitacura), esta noche se realizó la Cena Anual de la Minería, a la que asistió la Presidenta Bachelet, justo en momentos en que se especula sobre la crisis de Codelco -la mayor minera de cobre del mundo- y la derogación de la Ley Reservada del Cobre.
En el evento la Mandataria recordó que “nuestros recursos son abundantes pero no infinitos. Las enormes reservas que tenemos no nos convierten automáticamente en un país rico y desarrollado” y apuntó a agregar valor a nuestra producción. “Por eso hoy la prioridad debe ser fortalecer esas capacidades humanas, tecnológicas y sociales”, aseguró.
Antes de iniciar el tradicional discurso ante el empresariado minero, Bachelet entregó públicas condolencias a las familias de Carlos Albanez Peña y Daniel Lino Berna, quienes fallecieron esta tarde en la mina de Chuquicamata, luego de que la camioneta en la que viajaban chocara con un camión de extracción; y de Patricio Andrés Bobadilla, quien murió en un accidente laboral en la minera El Abra.
“Sus muertes remecen a toda una industria, pero también a todo el país, partiendo por esta Presidenta. Sé que se hacen los mayores esfuerzos en seguridad, pero tenemos que redoblarlos, porque cuidar a nuestros trabajadores, la base humana de nuestro desarrollo, es un deber ético. Es nuestro deber como sociedad y estoy segura que todos lo entienden así”, indicó. Asimismo, anunció que “como gobierno nos involucraremos directamente en ahondar en las causas de estos accidentes para que no se vuelvan a repetir”.
Respecto al presente y futuro de este sector de la economía, la Presidenta Bachelet aseguró que “necesitamos aunar esfuerzos para poner a la minería en el lugar que le exige nuestra realidad: el de puntal para nuestro desarrollo económico y social, el de sostén de nuestro crecimiento” y agregó que “nuestro crecimiento será limitado si no convertimos a la minería en motor de productividad y en sinónimo de innovación”.
Del mismo modo, hizo un llamado a trabajadores, inversionistas, y ejecutivos, del sector público y privado, de la pequeña, mediana y gran minería, a trabajar en conjunto para que la minería se adapte proactivamente a los nuevos escenarios para seguir siendo la clave de nuestro desarrollo económico y social, en un contexto en que han aumentado los costos y se ha terminado el superciclo de precios históricos del cobre. “Chile nos pide que seamos parte de la solución, no que seamos observadores pasivos”, señaló.
Igualmente, convocó a los presentes a tener una mirada de largo plazo para resolver los desafíos actuales. “Nuestros recursos son abundantes pero no infinitos. Las enormes reservas que tenemos no nos convierten automáticamente en un país rico y desarrollado. La minería no es sólo mineral, es el conjunto de procesos y capacidades que permiten transformarlo en valor. Por eso hoy la prioridad debe ser fortalecer esas capacidades humanas, tecnológicas, sociales”, afirmó.
Sobre este punto, informó que el Gobierno está llevando a cabo acciones en esta dirección, relacionadas con el mejoramiento del sistema de educación, para contar con mano de obra especializada; la creación de un Programa Estratégico Minería Alta Ley, desarrollado con la participación de instituciones públicas, privadas y académicas, quienes definieron la hoja de ruta en conjunto, para alcanzar una producción entre 130 y 150 millones de toneladas de cobre al 2035 y desarrollar al menos 250 empresas proveedoras de clase mundial al 2020 para lograr ser seamos exportadores no solo de cobre, sino también de conocimiento y tecnología minera; se está simplificando la tramitación de proyectos de gran envergadura; y modernizado la institucionalidad para atraer capitales y favorecer la inversión extranjera.
“Estamos abriendo concretamente espacios para el trabajo colaborativo, para mejorar la labor de apoyo del Estado, y para enfrentar los obstáculos específicos para cada segmento minero”, enfatizó la Mandataria.
Además, abordó la actual situación de la Corporación Nacional del Cobre (Codelco). “Como gobierno hemos tenido desde el primer día un compromiso con la empresa. Establecimos la necesidad de capitalizarla, pero no como una declaración, sino que con una ley. Tenemos ese compromiso como gobierno, como país, para que la cuprífera pueda llevar adelante sus proyectos estructurales. Pero dado el momento presente debemos evaluar la forma adecuada de llevar adelante esta capitalización. Lo estamos haciendo en función del programa estratégico, que ha sido modificado en el tiempo según la nueva realidad de la industria minera”, detalló. Y añadió que “esto requiere una discusión profunda, transparente, con ánimo colaborativo. No le fallaremos a Chile, a la empresa, y diremos “presente” para adecuar nuestras posibilidades a sus necesidades”.
Finalmente, la Jefa de Estado reiteró la invitación a todos los sectores a ser parte del desarrollo del país. “No serán las lamentaciones ni las recriminaciones mutuas las que nos permitan construir futuro. Será el diálogo, la cooperación, el trabajo duro que se orienta por un norte claro y compartido. Estas no son palabras de buena crianza. Hemos apostado por el diálogo y la cooperación concreta en el ámbito minero”, concluyó.