Lanzado el 1 de julio, en el videoclip vemos cómo un lechero interpretado por el modelo Jon Kortajarena realiza su reparto diario por un vecindario tipo años cincuenta hasta que, con un inexplicable aire de consternación, comprueba que todas las señoras del barrio son diosas de la belleza. No en vano están interpretadas por Kim Kardashian y supermodelos como Amber Valletta, Isabeli Fontana o Alessandra Ambrosio. Lo siguiente es un despliegue de escenas llenas de referencias sexuales y planos de Fergie arrojándose sensualmente una botella de leche sobre el cuerpo.
La pieza ha sido saludada con una mezcla entre entusiasmo, diversión irónica y estupefacción incrédula. Las mujeres elegidas para el vídeo, igual que la misma Fergie, son todas madres, y el propio nombre del tema alude a la maternidad y al sexo pero con una pequeña trampa. Fergie transforma el “Mother I like to fuck” (madre a la que me gustaría follarme), el verdadero significado de las reglas M.I.L.F., en “Mother I like to follow” (madre a la que me gustaría seguir), en una especie de reivindicación de la influencia de mujeres ricas y poderosas. Todo esto, en una composición en la que cada frame habla de sexo y no de una forma velada, sino más bien arrojándonos a la cara.
Olvida Fergie que el propio concepto de M.I.L.F., popularizado en el mundo gracias a la saga American Pie y al personaje de la madre de Stifler, pudo resultar rompedor o divertido en su momento, pero en realidad es bastante machista y casposo: ¡las mujeres pueden seguir siendo sexualmente deseables después de tener hijos! ¡Pueden ser sexys después de los 40! ¡Algunas, incluso, después de los 50! Además, la forma de demostrar esa obviedad según M.I.L.F. $ es con supermodelos, actrices y celebrities enormemente atractivas cuya profesión y poder económico se basa en eso, en lo buenas que están.
Lo que nos queda sin las palabras de Fergie es un video explícito, vulgar y obvio lleno de guiños sexuales. No hay nada malo en ser vulgar, obvio y estar lleno de referencias al sexo, pero al menos, que no parezca una cosa tan antigua.
Los chistes con Got milk como los que aparecen en M.I.L.F. $ empezaron a hacerse hace veinte años, cuando se lanzó la campaña, y ya entonces tenían un tono un poco Pajares y Esteso ya que al fin y al cabo la propia campaña para promover el consumo de leche jugaba al doble sentido y era totalmente consciente de las connotaciones sexuales de su lema. ¿Es posible que en 2016 todavía resulte provocadora la marca del bigotito de leche sobre los labios de una joven?