Que Joaquín Lavín sea -nuevamente- candidato designado por la directiva de la UDI para reemplazar al actual alcalde Francisco de la Maza, fue tomado -en las primeras reacciones- como algo sorpresivo, pero con el pasar de las horas la sorpresa ha dado paso al malestar y al enojo de militantes y parlamentarios con la decisión cupular que simplemente hizo una jugada de última hora sin consulta alguna a bases o considerando las tan queridas y extrañas encuestas que determinan quien será candidato.
Nada de esto ocurrió y la directiva que encabeza el senador Hernán Larraín junto a un pequeño grupo de directivos incluido el propio alcalde Francisco de la Maza optaron por ungir como «elegido» a Lavín. De hecho, fuente de INFOGATE, confirmaron que el domingo informaron (no consultaron) al entorno más cercano a Sebastián Piñera y la respuesta fue que no era adecuado hacer este movimiento, no ayudaba al «sector» y menos al propio Piñera. Estas mismas fuentes aseguran que la determinación de llevar a Lavín es un error y hay malestar con Larraín.
Por otro lado, fuentes del interior de la UDI, sostienen que la idea de levantar a De la Maza como presidenciable sólo tendría como objetivo ser un obstáculo más para el Ossandón y así se aseguraría que no contaría con los votos de las comunas del Oriente, arrinconando al «Cote» solo en su reducto Puente Alto, donde tendría alta votación pero no le daría para ganar una primaria.
En todo caso el malestar dentro de la UDI con la decisión de llevar a Lavín como candidato a alcalde, sigue generando malestar y públicamente lo están haciendo notar, así lo hace este miércoles el ex senador y ex comandante en jefe de la Armada, y ex embajador Jorge Arancibia que en una dura misiva publicada en La Tercera, renuncia a la colectivadad argumentando el cambio de rumbo, la falta de proyecto y la utilización de Joaquín Lavín.
A continuación la carta de Arancibia:
«Yo renuncio: Hace aproximadamente 15 años, cuando, por una invitación de la directiva de la UDI acepté postular a una senaduría por la Quinta Región Costa, lo hice para proteger la futura opción presidencial de Joaquín Lavín, consciente de que para ello debía enfrentar a Sebastián Piñera que, hasta ese momento, tenía asegurada su vuelta al Senado quedando bien posicionado para sus futuras aspiraciones políticas.
Lo hice también, porque en ese tiempo la UDI había desarrollado un trabajo de aproximación a las bases populares del electorado y porque tenía una posición clara frente al rol que había jugado en respaldo al gobierno de las FF.AA. y de Orden, con cuya colaboración había cambiado el destino de nuestro país luego del desastre de la UP.
La historia cuenta que obtuve el porcentaje de votación más alto en la circunscripción desde la vuelta a la democracia, que me inscribí en el partido y que juré mi cargo parlamentario hasta que, finalmente, fui reemplazado por Lavín en el siguiente proceso electoral.
Ha pasado un largo tiempo y veo que mi partido ha modificado su vocación popular hasta llegar a cambiar el logo que con tanto orgullo lucíamos, hoy carece de un proyecto político y entra en una suerte de pragmatismo desorientado, usando la figura de Joaquín Lavín como una suerte de comodín electoral, olvidando sus propios acuerdos de elegir candidatos por primarias o encuestas.
Por todo lo anterior y más, es que procedo a renunciar como militante de la UDI. Jorge Arancibia Reyes»