De acuerdo a la investigación publicada en la revista Nutrition and Diabetes, las pastas consumidas con moderación no engordan. Y no solo eso, ya que también podrían reducir el riesgo de padecer obesidad general y abdominal.
«La pasta a menudo se considera poco adecuada cuando se desea bajar de peso y algunas personas la descartan por completo de sus comidas». Agregan también que «a la luz de esta investigación podemos decir que la dieta mediterránea es buena para la salud siempre que se respete toda la variedad que abarca su pirámide, con la pasta en primer lugar».
¿Cómo debemos comerlas?
Este estudio evaluó Elos hábitos alimenticios de 23 mil personas en Italia y llegaron a la conclusión que lo importante es saber qué tipo de pasta comer y cómo prepararla.
Una recomendación importante es:cocinar la pasta al dente, pues así tiene un índice glucémico más bajo que la pasta más cocida, mientras que los spaghetti tienen un índice glucémico menor al de las pastas cortas, como los macarrones, corbatitas, y espirales.
Debemos prestar atención a la hora de hacer las combinaciones de proteínas, carbohidratos y vitaminas: Es recomendable consumirlas con acompañamientos como aceite de oliva y verduras.