«Saludo y felicito a la justicia de Chile que se animó a procesar y detener a una persona que estuvo implicada en muchos casos del regimiento de Arica en donde se cometieron muchos crímenes».
Así reaccionó Ernesto Lejderman respecto al procesamiento y detención del ex Comandante en Jefe del Ejército, Juan Emilio Cheyre, por el caso Caravana de la Muerte.
En entrevista con CNN Chile, Lejderman recalcó que ésto «marca un precedente que muestra que en Chile la separación de poderes existe».
Cheyre ejercía funciones en el Regimiento «Arica» de La Serena como secretario del coronel Ariosto Lapostol, a fines de 1973. A comienzos de diciembre de ese año los padres de Ernesto -Bernardo Lejderman y María del Rosario Ávalos- fue asesinado por una patrulla de militares en Vicuña, dirigida por el oficial Fernando Polanco Gallardo.
Éstos llevaron al hijo sobreviviente de la pareja, Ernesto Lejderman Ávalos, de dos años, al Regimiento «Arica». Lapostol le encomendó a Cheyre la tarea de entregar al menor al convento Casa de la Providencia de la ciudad, donde fue cuidado por tres meses, cuando fue reclamado por su familia en la Argentina.
Ernesto interpuso en el año 2000 una querella por el asesinato de sus padres. Posteriormente, en 2004, Lejderman intentó reunirse con Cheyre pero no lo recibió.
El 20 de agosto de 2013, ambos se encontraron en el programa El informante de TVN, donde el argentino reiteró sus críticas hacia Cheyre.
De ese momento, Ernesto Lejderman recordó: «Cuando estuve cara a cara con Cheyre tuve mucho miedo a que me pasara algo, porque sé el poder que tiene. Tuve mucho miedo a que me pasara un accidente. Espero que la justicia de Chile pueda avanzar».
«Yo quiero que la justicia avance y esclarezca los hechos. No me interesa la venganza. Yo solo espero que la justicia sea para todos por igual», concluyó.