Sin duda debe ser el monumento más famoso de Chile: La estatua ecuestre al general Manuel Baquedano y tumba del Soldado Desconocido, emplazada en un punto estratégico de la ciudad de Santiago, en el límite oriente de Santiago con Providencia, una suerte de rotonda que fue inaugurada el 18 de septiembre de 1928.
Todos han pasado por su entorno y han festejado, pero pocos se detienen a observar el conjunto monumental. INFOGATE te cuenta la historia y te muestra esos detalles de este monumento que podría ser cambiado de lugar por un extraño plan de “modernización del llamado eje Alameda-Providencia.
¿Se imaginan si –por ejemplo- los londinenses se atreverían cambiar la Columna de Nelson o los argentinos sacar el obelisco para algún alocado plan de modernización urbana? Impensado, pero en Chile sí se puede hacer porque el pasado no cuenta. Es cosa de ver como la ciudad en general ha destruido todo vestigio arquitectónico de la primera mitad del siglo XX.
Pero volvamos al conjunto del monumento. La obra realizada en bronce, con ricos detalles, propios de la imaginería de finales del siglos XIX, pertenece al escultor Virginio Arias y al arquitecto Gustavo García, que levantaron una imponente estructura de piedra de color verde, que en un tremendo error, desde hace varios años luce de color gris, perdiéndose el color natural de la piedra. La base de superficie circular de 22 metros de diámetro con cuatro entardas y en el centro el monumento se eleva hasta los 10,40 metros.
El monumento en su base, ofrenda homenaje al Soldado Desconocido, de hecho por años hubo una flama eterna y la “tumba” cubierta con una gran placa de bronce custodiada con cadenas hoy luce sucia, sin ningún tipo de cuidados, sin la flama y sin las cadenas que le daban ese carácter de solemnidad al conjunto.
Sobre la base del monumento y frente a Baquedano, una estatua de tamaño natural eleva sus brazos con una guirnarlda de copihues y laureles.
En los costados de la base del monumento sobresales dos relieves que recrean las batallas de Chorrillos y Miraflores y que sellaron la victoria militar chilena sobre Perú.
En la parte posterior, también en la base una estatua de tamaño natural de un soldado en posición de guardia.
Hoy el conjunto monumental está en regulares condiciones, ya que se han perdido algunos ornamentos originales de los accesos, las luminarias están deterioradas y en varios de los faroles faltan las coronaciones, de noche es iluminado con unas pobres luminarias blanquecinas que poco realce le dan al monumento más famoso de Chile. por cierto el mayor deterioro lo sufren los jardines que son arrasados cada vez que hay una celebración.
Cabe la duda si el mantenimiento esta solo a cargo de la municipalidad de Providencia y si el Ejército tiene alguna participación en el cuidado que debería tener este monumento que luce -reiteramos- descuidado y sucio, en comparación con el monumento a los Héroes de Iquique en Valparaíso, donde la Armada mantiene reluciente el conjunto monumental.