Si hablamos de personajes icónicos en la carrera de Meryl, sin duda Miranda Priestley se ha hecho un espacio en la historia del cine y todo gracias a una singular personalidad que Meryl Streep construyó uniendo elementos que pertenecían a diferentes personas de su entorno y atención, y aunque todos creen que fue la icónicaeditora de Vogue, Anna Wintour, no es ella.
La actriz reveló a Variety, que la voz de Miranda está inspirada en la de Clint Eastwood, quien «nunca, nunca, nunca levanta la voz y todo el mundo tiene que inclinarse para escucharle, lo cual le convierte automáticamente en la persona más poderosa de la habitación». Y al parecer Meryl consiguió el efecto deseado ya que según Anne Hathaway, durante la primera lectura de guión, cuando la actriz abrió la boca y susurró su primera frase, se hizo un silencio absoluto.
En cuanto al ácido sentido del humor de Miranda, Streep ha confesado que directamente lo copió del director Micke Nichols, que además de haber sido uno de sus amigos más íntimos la dirigió en numerosas películas. Por otra parte, la estética de la editora es una mezcla de dos personas: Carmen Dell’Orefice y Christine Lagarde.