Julia Roberts es una las estrellas más legendarias de Hollywood, y aunque construyó su reino y su fama con los éxitos de los 90′s. Sin embargo la actriz posee una pésima relación con el resto de la industria, debido a sus desplantes y actitudes de diva antipática, Roberts ha convertido en sus enemigos a algunos de los nombres más reconocidos del cine, por ejemplo:
La enemistad entre estas dos grandes del cine nació cuando trabajaron juntas en el set de Agosto, donde el papel de Meryl terminaba brillando mucho más que el de Roberts. Esto no le justó para nada a Julia, quien intentó darle una vuelta crucial al proyecto a espaldas de la primera actriz. Streep descubrió los intentos de Roberts, e incluso amenazó con abandonar la promoción de la cinta, pero al final no sirvió de mucho porque Julia se salió con la suya.
En la filmación de Ocean’s Eleven Julia fue la reina del set, pero cuando incluyeron a Zeta-Jones en la producción de la secuela, Roberts no estuvo muy complacida de que alguien más le robara el brillo. La actriz se encargó de asegurarse un vestuario mucho más costoso que el de Catherine, y pidió que la mudaran a una mansión más grande durante la grabación.
Aunque fueron una pareja soñada en Nothing Hill, lo cierto es que Grant y Roberts nunca se soportaron, y la tensión era tan incómoda que ambos acordaron no hablarse detrás de cámaras. Algunos años después Hugh aseguró que Julia posee “una boca enorme” y no tuvo nada bueno que decir sobre sus besos, asegurando incluso que Renne Zellweger es mucho mejor que ella en esos quehaceres.
Al parecer la disputa de estas dos nació luego que Julia dejase a Matthew Perry por su entrenador personal. En una oportunidad Roberts aseguró que prefería no trabajar con Aniston “porque es demasiado guapa”. Por ello, durante el rodaje de El día de la madre, la producción debió asegurarse de que las dos coincidiesen lo menos posible en el set.
Mientras ambas trabajaron en Secretos de una obsesión, Julia se hartó del divismo de Kidman y le hizo frente de manera brutal. Durante una pauta complicada Roberts terminó señalando a Kidman de maleducada y de tratar a todos como sirvientes. “Al menos yo me sé el nombre de cada trabajador”, aseguró entonces Roberts.
Cuando se empezó a trabajar en la producción de El diablo viste de Prada, Anne sugirió que Roberts interpretara el rol de su madre en la cinta. Al escuchar esto, Julia no se sintió nada halagada, y más bien lo vio como un insulto, sobre todo considerando que ambas apenas se llevan una diferencia de quince años de edad. Algunos dicen que este es el motivo de que no hayamos visto a Anne, la princesa de las comedias románticas, en películas como Historias de San Valentín, La noche de fin de año y El día de la madre.
En los 80′s el hermano de Julia era mucho más famoso que ella, y todo iba bien hasta que Julia tomó partido en el divorcio de Eric y su ahora ex esposa, donde la actriz testificó a favor de su entonces cuñada y le pagó un abogado para que esta pudiese quedarse con la custodio de su hija Emma (Scream Queens).
Tras saber que ambos trabajarían en Mary Reilly, tanto Malkovich como Roberts hicieron que sus guionistas de confianza reescribieran la historia para que cada uno resaltara mejor. Al final ninguno de los dos quedó contento así que la producción debió generar un nuevo guión que hiciera que ambos compartieran el menor número de escenas posibles.
La historia de amor entre estos dos terminó cuando Roberts descubrió que Sutherland había tenido una aventura con una stripper. ¿La solución? Julia se fugó con Jason Patric ( el mejor amigo de Kiefer) apenas unos días antes de la esperada boda de ambos.
El rodaje de Hook fue toda una pesadilla para el célebre director, quien juró que no volvería a trabajar con la actriz. “No estaba en un buen momento”, señaló el cineasta, tratando de excusar los comportamientos de la estrella.