La mañana de este viernes en Europa ya es catalogada como “negra” para las bolsas, los bancos y las proyecciones políticas, todos los países miembros de la Unión Europea han reaccionado negativamente al referendo británico que ha determinado salir del sistema comunitario.
En esta línea, los medios de comunicación también aportan con su dosis de aumentar la incertidumbre, tal como lo plantea el editorial de El Mundo de España, que en INFOGATE consideramos de interés periodístico y publicamos (reproducimos) en su totalidad:
“Era hasta hace unas pocas horas una hipótesis casi increíble, pero, como predice la teoría de las catástrofes, todo lo que es susceptible de acontecer acaba por hacerse realidad. Gran Bretaña ha decidido abandonar la Unión Europea en la que ingresó hace 43 años. Hace muy poco tiempo, hubiera parecido una noticia de ciencia ficción.
La decisión, adoptada por un estrecho margen, ha provocado consternación en Europa y una sensación de temor en un sector de la sociedad británica, consciente de las consecuencias que puede acarrear este triunfo del Brexit.
Muchos analistas se han esforzado estos días en subrayar los aspectos económicos de la salida, pero el principal impacto del resultado de la consulta es en el ámbito político. La salida de Gran Bretaña crea una enorme fractura en la Unión Europea, cuyo proyecto queda muy tocado por la marcha de un socio tan importante.
A nadie se le escapa que regiones como Escocia e Irlanda del Norte se van a sentir tentadas a abandonar Gran Bretaña para quedarse en el seno de la UE, como probablemente desea una amplia mayoría de estos territorios.
La nación puede quedarse partida tras un periodo de inestabilidad que pondrá en peligro los equilibrios en los que se ha basado la convivencia.
Por primera vez desde su fundación, un socio abandona la Unión, lo que podría ser secundado por otros países como Dinamarca y Holanda, donde ya existe esta polémica. La imagen de solidaridad y coherencia entre los Estados miembro ha quedado seriamente dañada y se ha roto el tabú de que Europa no se puede romper.
La Unión Europea se ha ido desarrollando mediante avances económicos como el mercado único y el euro, pero la base que sustenta ese proceso es puramente política. De ello eran muy conscientes Helmut Schmidt y Giscard d’Estaing que, en una cena en la casa del primero, pactaron una noche en los años 70 la serpiente monetaria, precedente del euro, con la intención de caminar juntos hacia una Europa federal. Aquella noche Schmidt le confesó a su colega francés que era de origen judío.
Europa es una unión de Estados construida por sus vínculos históricos, sociológicos y culturales. La salida de Gran Bretaña es un golpe a lo que tanto trabajo ha costado construir. Y también es un acto de irresponsabilidad, por muy democrático que sea, porque las consecuencias las pagarán más de 300 millones de europeos que no han podido votar en las urnas.
En el terreno de la economía, los británicos notarán en su propio bolsillo las consecuencias del Brexit, que va a generar a corto plazo una caída de la libra, una subida de la prima de riesgo, inflación y un descenso del PIB. Respecto a los socios, la Bolsa española ha abierto con un brutal descenso que muestra la inquietud existente entre los inversores.
No se puede terminar este comentario sin subrayar la temeridad de David Cameron, que ha metido a su país en un grave problema y, sobre todo, ha hecho tambalear los cimientos de la Unión Europea sin necesidad alguna, ya que esta consulta sólo estaba justificada por una huida hacia adelante del líder conservador, que necesitaba fortalecer su liderazgo en el partido.
Tiempo habrá de ir analizando las consecuencias del Brexit, pero es seguro que el futuro de Gran Bretaña y de Europa va a ser mucho peor porque la unión hace la fuerza.
Todos seremos más débiles tras esta irracional decisión de la que los británicos no tardarán en arrepentirse”.