El viaje lo comenzaron en mayo de 2014 en Brittany, en Francia, lugar de origen de Guirec. La pareja partió de Islas Canarias, por la costa oeste de África, hacia St. Bart’s en el Caribe.Después del Caribe, la pareja viajó hacia el Ártico. En la ruta, Monique dejó perplejos a los habitantes de Groenlandia, donde no hay pollos.
En los meses recientes, Guirec posteó sus fotos en Facebook y empezaron a ganar muchos seguidores, su historia llegó a distintos medios franceses l los que contaron esta inusual historia.
Guirec quería un gato de mascota para acompañarlo en su aventura, pero pensó que sería mucho trabajo cuidarlo.
«Elegir una gallina fue ideal. No necesita mucho cuidado y puedo comer huevos en el mar. La gente me dijo que la gallina estaría muy estresada y no podría poner huevos en el mar, pero no hubo problemas. De inmediato los puso».
«Lo mejor es que a diferencia de la gente, Monique no se queja en absoluto», dice Guirec. Los dos viajan en un barco de 11,8 metros, llamado Yvinec, en honor a la isla donde creció Guirec.
Monique pone seis huevos en promedio durante una semana, incluso en climas fríos como en Groenlandia y después de pasar tres meses sin sol.
«Al comienzo yo estaba muy preocupado. Cuando había olas enormes tenía miedo de que callera por la borda. Pero ella siempre lograba mantenerse de pie. Es una gallina muy valiente».
«Ella me sigue a todas partes y no crea ningún problema. Basta con gritar «¡Monique!» y ella viene hacia mí, se sienta conmigo, me acompaña. Es increíble», comenta Guirec.
La siguiente etapa los llevará al Ártico y por el Estrecho de Bering a Nome, Alaska. «Todavía no estamos seguros adónde iremos después», dice Guirec. «No hemos hablado sobre eso todavía, pero pronto lo haremos».