En la sección «Top Secret» del diario La Segunda apareció una información que a juicio del ex senador marginado de RN, Carlos Cantero, es imprecisa. En la publicación, fechada 6 de junio de 2016, se aseguraba que hace «varios meses lleva trabajando a nivel nacional un grupo de profesionales pertenecientes al mundo masón con el propósito de lanzar antes de octubre un movimiento ciudadano que tiene como fin proyectar levantar una candidatura presidencial para las próximas elecciones».
El ex parlamentario conversó con Infogate y precisó que la iniciativa que él impulsa «no tiene que ver con una institución, con la Masonería o con los masones. Esa es una institución que tiene propósitos muy específicos (…) nosotros estamos hablamos de una cosa completamente distinta. Esto se trata de un movimiento ciudadano».
-¿Qué plantea este movimiento?
-Lo que está ocurriendo en Chile es que estamos frente a una crisis de proporciones, que parece auto sostenerse y agudizarse permanentemente. La gente quiere cambios y la verdad es que las instituciones no generan cambios. Estas, por naturaleza han venido repitiendo lo de siempre. Y así, es difícil producir cambios. Es casi imposible. En consecuencia, lo que se trata es abrir un espacio de diálogo y reflexión y entender que el cambio no va surgir desde dentro de los partidos políticos, ni desde dentro de la política. Lo que ha ocurrido es que se ha seguido agudizando sus conductas y agravándolas cada día más.
La intención no es recoger los despojos de la política y de la descomposición de ésta. Cuando se habla de la idea de formar un movimiento político no se está hablando de estructuras partidistas, no se está hablando de un partido político. Lo que se está hablando es de un movimiento ciudadano, que se encarga de ideas, de conceptos, que promueve acción concreta, empujando ciertos hechos.
-Se ha dicho que hay conversaciones con el senador Alejandro Guillier para que sea el candidato presidencial de este movimiento, ¿Qué hay de cierto?
-En el trabajo que estamos haciendo con Luis Riveros, él como ciudadano y ex rector, y yo como ciudadano y ex parlamentario, no tiene nada que ver con lo que está haciendo el grupo que está empujando la idea de Alejandro Guillier.
De hecho, yo nunca he hablado el tema con él. Ellos están por levantar un candidato del Partido Radical para presentarlo como candidato en la Nueva Mayoría. Y nosotros estamos en el frente completamente opuesto. Nosotros no queremos ningún candidato partidista ni queremos representar ninguna de las coaliciones que en nuestra opinión representan la descomposición de la política.
Se está tratando de un movimiento que se compromete con la República, con recuperar las tradiciones, los valores, la cultura y la sensibilidad de la República.
-Algo así como el Ethos de la Grecia clásica…
-Aquí surge una nueva sociedad fruto de la revolución de las tecnologías de la información, surge un nuevo Ethos, este tiene una nueva ética, una nueva emocionalidad. Se trata de una nueva sociedad y las instituciones siguieron marchando como si se tratara de la sociedad industrial, y por eso tienen graves problemas de ajuste y adaptabilidad.
Se trata de establecer dónde está el ágora para ponernos a conversar finalmente, porque hasta ahora el ágora no existe. Los políticos conversan entre ellos, con los empresarios, y los ciudadanos que salen a las calles no son escuchados.
Las instituciones están espectadores porque están viviendo una profunda crisis, como la política, la economía, la iglesia, la cultura, el arte, etc. En consecuencia se trata de establecer un nuevo diálogo y reflexión y en eso el mundo laico siempre ha tenido las primeras banderas de vanguardia, siempre ha hecho del diálogo, el respeto democrático, la fraternidad, el respeto por las diferencias, ha sido siempre la bandera que ha guiado el proceso de diálogo y conversación y de entendimiento. Se trata de hacer un nuevo diagnóstico muy preciso para establecer ideas muy concretas y proponerle a Chile un nuevo pacto social.
Hasta la década del 70´Chile vivió en torno sólo a la política, del 80´al 2010 fue subyugado por la economía, donde el mercado era un verdadero templo, donde las dogmas de economía eran las dogmas de fe. Eran casi incuestionables. Hoy día no creemos ni lo uno ni lo otro. Llegó el momento de los movimientos ciudadanos, de reconocer que el poder radica en el pueblo y no que el pueblo está subyugado por el poder político, o el poder económico.
A continuación la declaración firmada por el ex senador por la Segunda Región Carlos Cantero y el ex rector de la Universidad de Chile.
«La crisis: oportunidad para la República»
Chile sufre una grave crisis. Unos la vinculan sólo al ámbito político, otros la reconocemos en otras dimensiones: valórica, social, cultural, institucional, de confianza. Hay quienes enfatizan el desorden, la violencia, la falta de liderazgos e ideas innovadoras. Otros ponen el foco en las opciones políticas tradicionales para enfrentarla. Para todos, sin embargo, resulta claro que vivimos una crisis política e institucional sin precedentes, marcada por la lejanía de los actores políticos de las inquietudes ciudadanas, y la pérdida de fundamentales valores republicanos.
Las respuestas desde los partidos políticos y sus desgastadas alianzas han sido insuficientes para frenar el descontento y desilusión que proyecta la actual crisis moral de la República. Necesitamos un proceso de refundación republicana.
Mientras el ciudadano reclama cambios, la política tradicional insiste en dar más de lo mismo, anclada en un modelo que atenta contra el sentido de comunidad y promueve un enfoque reduccionista del ser humano. Frente a este escenario surge un imperativo ético que moviliza a la ciudadanía y a todos quienes compartimos los valores del humanismo, de respeto democrático, de tolerancia y preocupación por el bien común. Chile ha llegado a un punto crítico: la ciudadanía expresa un contundente repudio al presente estado de cosas: las instituciones y la institucionalidad flaquean; política y políticos están sumidos en agudo descrédito; la democracia está huérfana de electores y de participación; la representatividad y legitimidad de los representantes es crítica. La juventud sufre una crisis de confianza asentada en la ausencia de una educación ciudadana a la que nunca se le dio acceso, y a mecanismos de participación que nunca han abierto campo para el libre juego de las ideas.
Una visión social-ciudadana-democrática-republicana-laica se plantea desde una perspectiva transversal y con mirada al largo plazo para recoger la inquietud ciudadana y proyectarla al futuro de Chile. Un movimiento de ideas que se compromete a recuperar los valores republicanos, a refundar la República. Ideas con una vocación de desarrollo específica a nuestra realidad, comprometidas con lo público y los bienes públicos. Postulados que propician servicios públicos para atender a los chilenos y no para humillarlos; con vocación de movilidad social ascendente; con instituciones republicanas comprometidas con esos bienes públicos compatibles con el respeto y la promoción de la iniciativa y los bienes privados. Principios que aboguen por políticas públicas e instituciones que potencien los proyectos estructurales del siglo XXI; con seguridad ciudadana y calidad de vida para todas y todos.
Una visión movilizada en torno al Principio de la Solidaridad, sosteniendo la libertad como principio orientador y que se anima a sustituir la competencia que agobia a nuestra gente por una competitividad basada en la colaboración y asociatividad. Ideas que estimulan una vocación de comunidad que comparte bienes (públicos) garantizados por el Estado y que propician un impulso a la fraternidad entre las personas fundada en la integración social, cultural y económica. Postulados que se dirigen a terminar con el proceso de segregación que vive el país y en que la valoración del mérito vuelva a constituirse en mecanismo de movilidad y ascenso, superando la cultura de la corrupción y promoviendo el respeto y la tolerancia fundados en relaciones de confianza.
Un ideario ciudadano plasmado en acción que impulsa el rescate de valores republicanos hoy postergados, permita recuperar la vocación de servicio público y una administración del Estado moderna, honesta, al servicio de las personas. Este postulado Republicano constituye una gran oportunidad enfrentando la aguda crisis presente, y que pone el énfasis primero en la formación ciudadana y en la educación. Ideario que convoca a un conjunto ciudadano vigente con reconocida vocación de servicio público, con sanidad cívica, compromiso social, inspirado en principios y valores universales, personas unidas por fuertes lazos de respeto y fraternidad. Este grupo ciudadano surge, se articula y organiza para enfrentar el desafío refundacional de los valores de la república, con clara voluntad de cambio en el escenario político, social, cultural, económico y territorial. Más allá de partidos y coaliciones, este es un llamado amplio a Chile para restaurar los principios republicanos que hemos ido olvidando y diluyendo, para propiciar un debate sobre la oportunidad que se nos presenta de superar la crisis con una visión de Chile unido.
Nada es más poderoso que una idea a la que le ha llegado su hora. Llamamos a compartir nuestro amor a Chile, el respeto, solidaridad y fraternidad por los hombres y mujeres de nuestro país. El sentido de integración nacional que debemos recuperar para efectivamente construir un país descentralizado. Este es nuestro desafío en la urgencia de la hora presente. Lamamos a todas y todos, para salvar la res pública, para refundar lo público, para proyectar la nueva República que Chile demanda.