El economista de la Universidad de Santiago, Guillermo Pattillo, sostuvo que uno de los efectos que traería consigo, en el corto plazo, el llamado, “Brexit (se dice de la salida del Reino Unido de la UE) sería “un aumento grande de la incertidumbre y una disminución de la inversión hacia Gran Bretaña.
Adicionalmente a esto, señala el economista, Chile tendría que firmar un nuevo Tratado de Libre Comercio. Es el único ámbito en que realmente hay algo importante que hacer respecto a la relación bilateral”.
El especialista en proyecciones macroeconómicas enfatiza que un eventual ‘Brexit’ se haría efectivo en 2018, situación por la cual “antes de 2018 tendríamos que tener negociado un nuevo TDLC, porque el actual dejaría de existir y entraríamos en las condiciones comunes.
El experto subraya que otros efectos asociados a una eventual salida sería la pérdida permanente de algunos puntos del PIB actual de Reino Unido, lo que podría impactar en el mismo sentido al bloque europeo, lo que traería un efecto rebote en nuestro país en cuanto a los precios de activos y commodities.
“Si la Unión Europea crece menos, importa menos, lo que significa que nosotros enviamos menos y a precios más bajos”, asegura.
Pattillo señala que los efectos más concretos en nuestro país por un resultado de este tipo serán que “los fondos de pensiones ganarán menos durante algún lapso, breve, y que la bolsa será más inestable que el peso, que se mueve más respecto a otras monedas”.
En ese sentido, el también experto en economía monetaria puntualiza que la libra perderá valor, en términos de todas las monedas relevantes, y, por lo tanto, el peso chileno también podría mostrar una leve apreciación.
“Nada indicaría que estamos frente a un fenómeno recesivo relevante. Esto no es el inicio de una recesión mundial, sino un shock transitorio en el ámbito financiero y un shock en el ámbito real cuyas magnitudes aún no están claras”, afirma.
De acuerdo al académico, uno de los mayores riesgos aparejados a este proceso radicaría en que los nacionalismos podrían prosperar también en otros países ante una decisión de Reino Unido por potenciar su autonomía.
“Una primera cosa es el aumento de incertidumbre política dentro de Reino Unido y cómo se redefinirán las relaciones con la Unión Europea. Uno de los problemas que afecta el voto de la gente común es la inmigración”, sostiene.
“La gente de Reino Unido está bastante cansada de la inmigración. Si se sale del bloque, el país fijaría sus propias políticas en este sentido, muy distintas a las de la UE. Lo que se buscaría es una inmigración selectiva de capital humano”, concluye.
El próximo jueves 23 de junio, los británicos decidirán, en un anunciado referéndum, si su país permanece o abandona la Unión Europea, lo que ya ha impactado negativamente en las bolsas del mundo producto de un posible salida del Reino Unido de la UE.