Punta Arenas es sin duda una ciudad-puerto estratégica para la proyección de Chile a la Antártica. De hecho desde esta localidad zarpan las misiones y expediciones científicas y de las FF.AA. que habitan las bases en el Territorio Antártico Chileno.

La primera base chilena la instaló la Armada el 6 de febrero de 1947 con el nombre de “Estación Meteorológica y Radiotelegráfica Soberanía”, fue instalada en la Isla Greenwich de las Shetland del Sur para fines científicos y meteorológicos.

Este miércoles, en la capital de la Región de Magallanes y la Antártica Chilena, se dio el inicio al “Mes del Mar”2016, que organiza la Armada y que fue inaugurado por la Presidenta Bachelet, quien en su discurso agradeció el aporte de la Marina en la mantención de la soberanía señalando que “el mar es también una fuente de desarrollo y la vía privilegiada a través de la cual Chile se integra a los flujos de la globalización”.

La actividad se desarrolló en el Teatro Municipal de Punta Arenas “José Bohr” y contó con la presencia, además de la Presidenta de la República, el comandante en Jefe de la Armda, almirante Enrique Larrañaga y los ministros de Defensa Nacional, José Antonio Gómez; de Salud, Carmen Castillo; y de Transportes y Telecomunicaciones, Andrés Gómez-Lobo.

El territorio marítimo de Magallanes comprende 12 millones de kilómetros cuadrados, equivalente al 41% del área de responsabilidad nacional; y en la que se despliega una red de 552 señales marítimas, compuesta por faros, boyas y balizas, que requieren de mantenimiento para asegurar su permanente operatividad. Las unidades navales desplegadas en la zona ejecutan tareas importantes que permiten cumplir con la tarea de salvaguardar la vida humana en el mar, la seguridad de la navegación y la protección del medio ambiente marino y sus recursos. Para lo anterior, la Base Naval de Punta Arenas, en el sector de Tres Puentes, concentra las principales instalaciones logísticas que dan soporte a toda la actividad marítima.

La Presidenta Bachelet afirmó que la presencia de la Armada en la zona «ha significado también, que Chile sea actor principal en la exploración científica de la Antártica, ha permitido salvaguardar la vida humana en el mar e incrementar muy significativamente la seguridad a la navegación”.

Del mismo modo, realzó el apoyo que entregan a diario a múltiples comunidades aisladas y en lugares apartados de este territorio, que van más allá de sus quehaceres propiamente institucionales, tales como su aporte a la ciencia, mediante la investigación den áreas como el cambio climático y sus consecuencias, o el desarrollo de la industria tecnológica.

La jefa de Estado también enfatizó que el Mes de Mar, que se inspira en la gesta de Arturo Prat y los héroes de Iquique, “se proyecta sobre un campo más amplio que el resguardo de la soberanía. Porque el mar es también una fuente de desarrollo y la vía privilegiada a través de la cual Chile se integra a los flujos de la globalización”. Y añadió que “Son flujos comerciales de primera importancia, y por eso, como ya hemos dicho en otras ocasiones, debemos transformarnos en puerto y puente para los intercambios entre nuestro espacio natural, América Latina, y el conjunto de la cuenca del Pacífico”.

Finalmente, la Mandataria reiteró el compromiso de su Gobierno con la institución y afirmó que “con ese mismo espíritu de fraternidad y camaradería, seguiremos navegando juntos en pos de un futuro mejor”.

Antártica
Por su parte el comandante en Jefe de la Armada, se refirió al rol y la labor que desarrolla la institución en el continente blanco, señalando que durante la reciente «Campaña Antártica», dispuso de cuatro buques que llevaron a cabo diversas comisiones y tareas de apoyo a los operadores antárticos nacionales e internacionales.

«Todo ello nos lleva a pensar que los desafíos que se presentan a futuro, están en directa relación con la importancia estratégica. Magallanes es la única región con acceso natural y libre hacia tres océanos, que junto con ser depositaria de enormes recursos naturales, contiene o limita con las dos rutas interoceánicas entre el Pacífico y el Atlántico: el Estrecho de Magallanes y el Mar de Drake. Desconocer la conveniencia de controlar y ejercer nuestra influencia sobre estas vías de comunicación, sería el peor error que podríamos cometer como nación», afirmó el almirante Larrañaga.