Este lunes pasó sin pena ni gloria una extensa carta de Marco Enríquez Ominami en El Mercurio, en la que propone usar un millonario fondo de ahorro de Chile con el fin de reactivar la economía nacional, el llamado Fondo de Estabilización Económica y Social FEES, que según datos del Ministerio de HAcienda a marzo de este año informa que: «El valor de mercado del FEES al cierre de marzo alcanzó US$14.697,7 millones. Desde su creación el 6 de marzo de 2007, el FEES ha recibido aportes por un total de US$21.765,7 millones. A la fecha se han efectuado retiros que totalizan US$10.390,5 millones. Las inversiones financieras han generado así recursos adicionales por US$2.603,0 millones durante este periodo».
MEO sostiene que “Recientemente, el FMI ajustó el crecimiento proyectado de Chile, para el año 2016, el cual pasó de 2,2% a 1,5%. La confirmación de un crecimiento a la baja, por quinto año consecutivo, y con el precio del cobre muy por debajo del boom conocido hace unos años, obliga a cuestionarse sobre las estrategias de los últimos gobiernos para impulsar el tan anhelado crecimiento de Chile”
Luego explica que “Quizás lo primero sea recordar que no es la primera vez que Chile conoce bajas en su tasa de crecimiento. Lo mismo ocurrió a principios del 2000 y a partir del 2005, cuando el crecimiento pasó de 6,3% a menos de -1%. Sin embargo, resulta preocupante, y a estas alturas inexplicable, que los diferentes gobiernos de turno, sea el gobierno de Lagos, Piñera o el actual, no hayan logrado enfrentar la baja en materia de competitividad y productividad en Chile, confiando en una estrategia de desarrollo a todas luces riesgosa. Esto es, basada principalmente en un modelo productivo extractivo sustentado en los altos precios de los recursos naturales. La falta de innovación y capacidad de reacción de los agentes económicos chilenos y los gobiernos a cargo de las políticas económicas se ha traducido en políticas sucesivas de bonos en caso de baja de crecimiento, y en una indebida utilización de la situación económica como discurso político para evitar reformas”.
La propuesta de MEO consiste en: “Una inversión contracíclica es perfectamente viable por la vía de la utilización de parte del Fondo de Estabilización Económica y Social (FEES). Este fondo, que fue creado en 2007 con el objeto de atenuar el impacto de los vaivenes de la economía internacional, supera en la actualidad los US$ 14.500 millones. Por tanto, la propuesta sería desarrollar un Plan de Inversión Pública, de carácter contracíclico, en infraestructura, específicamente en Educación y Salud, que tenga efectos en el corto plazo, es decir, en no más de dos años. Este Plan de Inversión, de US$ 6.000 millones, se traduciría en licitaciones (no concesiones) en infraestructura en educación y salud públicas, específicamente en la construcción de consultorios y hospitales, revirtiendo lo que ha sido la política de concesiones en Salud”.
Marco Enríquez sostiene que “no sería la primera vez que el Estado utilice el FEES para enfrentar un ciclo económico complejo. Ya lo hizo en 2009. La diferencia está en asumir que el rol del Estado no se circunscribe a la entrega de bonos, sino también a ser un agente económico clave, cuyo rol y responsabilidad consisten en privilegiar ciertas inversiones con alto rendimiento social, más aún si permiten reactivar la demanda y el crecimiento”.
Pero ¿qué es el FEES?
El Fondo de Estabilización Económica y Social (FEES) fue constituido el 6 de marzo de 2007, con un aporte inicial de US$ 2.580 millones. De éstos, US$ 2.563,7 millones correspondían al saldo del antiguo Fondo de Estabilización de los Ingresos del Cobre, que concluyó su operación refundiéndose en el FEES.
Según la descripción del ministerio de Hacienda “El FEES permite financiar eventuales déficit fiscales y realizar amortizaciones de la deuda pública, contribuyendo así a que el gasto fiscal no se vea mayormente afectado por los vaivenes de la economía mundial y la volatilidad de los ingresos que provienen de los impuestos, el cobre y otras fuentes. Por ejemplo, ante eventuales ciclos adversos de la economía que afecten los ingresos del Fisco, el Presupuesto podría financiarse en parte con los recursos del FEES sin la necesidad de acudir al endeudamiento”.
“El FEES recibirá cada año el saldo positivo que resulte de restar al superávit fiscal efectivo los aportes al Fondo de Reserva de Pensiones y al Banco Central de Chile de acuerdo a lo establecido en la Ley de Responsabilidad Fiscal, descontando cuando corresponda las amortizaciones de deuda pública y los aportes anticipados realizados el año anterior”, explica Hacienda.
Conozca el informe detallado de Hacienda: Valor de Mercado del FEES