Mariella Valdés, secretaria del Concejo Municipal de Valparaíso, entregó nuevos antecedentes sobre la muerte de Eduardo Lara, de 72 años, guardia de seguridad que se encontraba en el edificio que se incendió en la ciudad puerto producto de la acción de un grupo de encapuchados.
En un relato que fue reproducido en forma integra por Radio Francia, la jefa del fallecido trabajador acusa negligencia por parte de la Municipalidad, ya que tendría que haberlo sacado de su lugar de trabajo a tiempo para evitar la tragedia.
A continuación el relato de Mariella:
“El día anterior, me avisaron del departamento de logística que el 21 de mayo iban a estar cerradas esas dependencias, que se quedarían tres guardias en el interior, para cuidar y que el edificio estaría cerrado, que taparían las ventanas con madera para que no quebraran los vidrios y que ningún funcionario municipal podía entrar.
Yo vivo en un edificio en la Avenida Alemania y desde ahí se veía el humo del incendio, bajé para saber lo que estaba pasando y un compañero me avisó que se estaba quemando nuestro edificio. Yo sabía que don Eduardo estaba ahí porque le tocaba el turno de la mañana, comencé a llamarlo al citófono pero no me respondió, entonces me fui corriendo hasta Las Heras.
Cuando llegué me encontré con que estaba todo el mundo ahí, bomberos, la Onemi y los funcionarios municipales. Comencé a gritar y a decirles que don Eduardo estaba adentro pero nadie me hacía caso, todos los municipales me escuchaban y miraban como si estuviera loca.
Estuve media hora gritando, pidiéndoles que entraran a sacar a don Eduardo, pero bomberos y la gente de la Onemi me decían que el encargado de seguridad del municipio había informado que el edificio estaba vacío. Delante de ellos llamé al departamento de logística y la persona que me respondió dijo que don Eduardo se había contactado hace unas horas para informar que había humo y que ellos le dijeron que esperara a que llegara personal municipal y se fuera para la casa, si hubiera salido, estaría aquí con nosotros les dije y ahí recién me creyeron.
Entraron los bomberos y lo encontraron tirado, ahogado con el humo, todavía estaba con vida pero murió camino al hospital, me dijeron que si lo hubieran sacado quince minutos antes se habría salvado, yo estuve media hora peleando para que lo fueran a ver.
Primero no quise hablar, pero cuando comencé a escuchar a todo el mundo dando entrevistas y culpando al lumpen por lo que había pasado no aguanté.
Lo de la quema del edificio es una cosa, es un acto criminal que hay que perseguir, pero la muerte de don Eduardo tiene que ver con la negligencia que hay en el municipio, con la anarquía que hay en la municipalidad. ¿Cómo es posible que el encargado de emergencia, Ricardo Álvarez, no haya sabido que había un trabajador adentro? ¿Cómo es posible que el encargado de logística Roberto Torres, tampoco lo supiera?
Yo no era la encargada de la seguridad, no sabía a quienes habían designado para quedarse cuidando, pero sí tenía claro que a don Eduardo le tocaba el turno del sábado, de 07:00 a 14:00 horas, él no era un funcionario externo, estaba contratado por el municipio y llevaba muchos años trabajando con nosotros. Era una persona muy responsable y comprometida, si le daban una orden se aseguraba de cumplirla a cabalidad.
Me preguntas porqué no se comunicó con alguien más y la respuesta es que era una persona muy humilde, que no tenía ni teléfono y la municipalidad tampoco se preocupa de las medidas de seguridad de los trabajadores, no hay cámaras, no les pasa teléfonos ni radios. La única forma que don Eduardo tenía de comunicarse con alguien era a través de un citófono que hay en el edifico y que conecta con las oficinas de logística que están en Avenida Argentina y Avenida Condell, y que fue el que usó para avisar que había humo; los bomberos me dijeron que temprano la gente había visto a una persona con una bandera en la ventana pidiendo ayuda, pero que pensaron que ya había salido, porque el encargado de seguridad del municipio dijo que no quedaba nadie adentro.
Hay más de mil quinientos funcionarios municipales que trabajan a lo largo de toda la comuna, cuarenta en el edificio que se quemó y todos están a mi cargo, soy abogada y la secretaria municipal. Llevo mucho tiempo insistiendo y denunciando que los funcionarios están en peligro porque no se trabaja con medidas de seguridad, he ido a las reuniones del consejo a exponerlo, está todo gravado, les dije que si no se hacía algo iba a terminar muerto algún trabajador, se los advertí.
A principios del año pasado se metieron a robar a esas mismas oficinas, justo el día en que el encargado de logística y el encargado del departamento de Administración y Finanzas, Carlos Soto, que también dirige logística, decidieron que no hubiera guardias por esa noche porque había un desorden financiero. Se robaron los computadores y registraron toda la oficina y nunca se supo quién fue porque no había cámaras y hasta el día de hoy no las hay, no hay forma de saber lo que está ocurriendo adentro.
Hace un rato me llegó una carta de la dirección del trabajo, citándome junto a otros funcionarios, guardias incluidos y a la fiscal municipal, para que vayamos a medio día a entregar antecedentes sobre las condiciones de seguridad en las que se trabaja, tenía que pasar esto para que por fin alguien se preocupara de los trabajadores, me alegra que la dirección del trabajo haya reaccionado.