«En Chile un partido socialista y comunista no puedo entender que son militaristas, amenazan, y que sepa el pueblo no sólo de Bolivia y Latinoamérica sino del mundo esta instalación es una agresión a la vida, la patria y a Bolivia», con estas palabras el Presidente Evo Morales nuevamente hizo una denuncia contra Chile,asegurando que con la instalación de una base militar, en la comunidad Cariquima, a 15 kilómetros del manantial Silala, acción que es «ilegal» según marcan los convenios internacionales.
Morales aseguró que cuando Bolivia «con mucha razón» pide justicia ante tribunales internacionales, en referencia a la demanda marítima radicada en la Corte Internacional de Justicia (CIJ), la respuesta es la «soberbia» y la «amenaza», por lo que recordó que ya no se viven tiempos de invasión sino de integración.
Señaló que grupos oligárquicos de Chile aún creen que está vigente la Colonia, situación que es errónea pues no son tiempos de dominio del imperio sino son tiempos del pueblo y, en ese marco, Bolivia sólo busca justicia a temas pendientes: «La Haya el 24 de septiembre del año pasado dijo hay temas pendientes y deben ser juzgados por tribunales internacionales», mencionó.
«Felizmente la demanda marítima va bien seguro que vamos avanzar en la unidad de Bolivia con el apoyo internacional», enfatizó y rememoró el respaldo del papa Francisco quien demandó soluciones pacíficas al tema.
Chile responde
A través de un comunicado, la Cancillería negó la instalación de una base militar en la frontera con Bolivia, asegurando que la acusación del Presidente boliviano, Evo Morales, es «infundada» y recalcó que «nuevamente el Gobierno de Bolivia busca desviar la atención de sus problemas internos con alegaciones falsas en contra de Chile».
En ese sentido, la Cancillería sostuvo que «es totalmente infundada la acusación del Presidente boliviano de que Chile habría instalado una base militar ‘ilegal’ a menos de 15 kilómetros de la frontera con ese país, en la zona del Río Silala». «No existe tal supuesta instalación militar. Lo que ha habido es una intensificación del patrullaje militar en territorio chileno para impedir los ataques contra civiles, robos, contrabando y narcotráfico provenientes de Bolivia, lo cual ha tenido el efecto de disminuir notoriamente esos actos delictivos», sostiene la nota de prensa chilena.
«La única instalación militar en la zona del Río Silala se encuentra en el lado boliviano, apenas a 1,5 kilómetros en línea recta de la frontera con Chile, y Bolivia debiera responder por esa presencia militar permanente en la frontera», señala el comunicado oficial del Edificio Carrera.