«No podemos seguir permitiendo esta tan retrógrada práctica de que los animales sean considerados objetos, espectáculos, lucro y esclavos solo para satisfacer el morbo humano de divertirse mirando a un animal condenado el resto de su vida a estas cárceles de seres inocentes», sostiene el colectivo animalista Alza Tu Voz en una carta que ya tiene más de 1.300 firmas ciudadanas.
La idea de la organización es presentársela al Ministerio de Vivienda y Urbanismo y al Servicio Agrícola Ganadero para que se comience cuando antes con el cierre definitivo del Parque Zoológico Metropolitano.
«Últimamente diversos países han logrado cerrar sus zoológicos, Costa Rica, Brasil, Uruguay, Argentina, etc. y no lo han hecho solo porque si, sino que por el actuar de gente animalista y luchadora al igual que nosotros», sostienen.
En cambio, otras voces, han propuesto un traslado del recinto a un terreno de 160 hectáreas en la comuna de La Pintana llamado La Platina. Esta idea, de hecho, fue barajada por el Servicio de Vivienda y Urbanización (Serviu). No obstante, en 2013, los planes cambiaron: las autoridades anunciaron un plan de ampliación y remodelación del recinto del cerro San Cristóbal con el fin de duplicar su superficie y alcanzar estándares internacionales.
La primera fase de construcción comenzaría el próximo año y para ello, contará con la colaboración de parte del equipo internacional que realizó el zoológico de Animal Kigdom en Disney.
De todos modos, el director del Parque Metropolitano y ex administrador del Zoológico, Mauricio Fabry, valoró los avances conseguidos hasta ahora: «El zoológico de hoy es muy distinto al que conoció la gente hace 10, 20 o 30 años atrás. Muchos recintos se han mejorado, hay muchas menos especies, mucha más amplitud de los espacios, hay más seguridad y también más modernidad».
En esa misma línea, el académico e investigador de la Escuela de Diseño de la Universidad Católica, Pablo Hermansen, destacó al portal Emol que «las medidas de seguridad del zoológico son las adecuadas, pero toda implementación en cualquier ámbito de la vida social es vulnerable. Por ejemplo, en el metro pasan eventos como el del fin de semana, en que gente se quita la vida, pero eso no significa que vamos a suspender el metro o que vamos a generar medidas irracionales de seguridad porque hay gente empeñada en realizar actos fuera de lo cotidiano».
Respecto de la posición que han adoptado movimientos como Alza Tu Voz, Fabry aseguró: «Hay muchos tipos de animalistas, hay de hecho grupos de animalistas que colaboran con nosotros y hay grupos de animalistas que se autodenominan abolicionistas que tienden a ser menos profesionalizados y más radicales y agresivos. Nosotros hemos tratado de dialogar con ellos pero no ha sido posible».
«Siempre he encontrado que los grupos animalistas hablan un poco desde la ignorancia del tema. El Zoológico Metropolitano hace un trabajo muy grande en enriquecimiento ambiental, en bienestar animal, en nutrición. Ellos son una referencia para los demás zoológicos que están en Chile», declaró Alonso Silva, veterinario de la Universidad de Las Américas.
Al respecto, el colectivo animalista Alza Tu Voz comunicó:
«Desde la muerte de los dos leones a manos de “tiradores” autónomos del Zoológico Metropolitano es que la explosión social ha hecho juicio a la finalidad del zoológico como ente que debiese velar por el bienestar animal. Recalcamos el “debiese” puesto que en más de 80 años de historia del zoológico muy pocas veces se llevó a cabo dicha función, siendo una constante la precarización de las instalaciones y por consecuencia la vida de los mismos animales.
Como colectivo no nos vamos a referir sobre el actuar del jóven que por un evidente transtorno mental actuó de esta manera suicida, más bien hemos sido tajantes en señalar como principales responsables al zoológico y sus nulos protocolos de seguridad frente a situaciones de este tipo, sabemos que vivimos en una sociedad muy enferma, donde finalmente el Estado chileno legitimiza la violencia en muchos espectros de la sociedad, desde la misma normalización de la exhibición al maltrato animal como lo es un zoológico, hasta la nula jurisprudencia en materia de maltrato animal. Nos enfrentamos entonces a la disyuntiva de avanzar y de como avanzamos frente a esta problemática donde finalmente somos los movimientos sociales los que debemos actuar frente a la nula disposición de los gobiernos para terminar con esta problemática, más bien terminan siendo promesas de campaña como el plan de tenencia responsable en el actual gobierno de la presidenta Michelle Bachelet y su nula aplicación hasta una nula educación en materia de bienestar animal. Es por eso que como colectivo nos acojemos enérgicamente a la iniciativa europea de ZooXXI, una iniciativa que busca el final de los zoológicos como entes carcelarios y busca la conversión de estos a fin de que signifiquen realmente lugares de bienestar animal. Seguimos firmes en nuestra idea de que el Zoológico Metropolitano debe cerrar, junto a muchos otros que significan dolor, esclavitud y cosificación del animal a fin de lucrar con ellos, seguimos en nuestra firme convicción de que los animales deben ser trasladados a santuarios y de que deben ser cerrados a todo público. Los animales no son seres de exhibición. Si realmente sentimos empatía por ellos no podemos justificar aquel exhibicionismo y lucro, sobre todo de animales que vienen escapando del maltrato animal. El Estado debe ser un directo partícipe de las transformaciones sociales, ambientales y animales, destinando reales fondos para estos proyectos que significan bienestar animal, donde también los privados deben ser participes de aquello, personas con real interés en el bienestar animal y no aquellos que sigan con la intención de lucrar con ellos.
La invitación esta hecha, necesitamos construir una segunda etapa, las 50.000 firmas se han logrado y ahora necesitamos luchar por las transformaciones en las cuales creemos, con respeto y unidad, no aprovechamiento ni deslealtad, la lucha animalista precisa comunidad, no agrupaciones que buscan figurar».