Granos enteros
Tu cuerpo quema el doble de calorías digiriendo alimentos enteros, especialmente aquéllos ricos en fibra como la avena y el arroz integral– que digiriendo alimentos procesados.
Carnes magras
Las proteínas tienen un elevado efecto termogénico: quemas alrededor del 30% de las calorías que contiene tu comida tan sólo digiriéndola. Es decir, si comes una pechuga de pollo de 300 calorías, gastarás 90 en la digestión.
Lácteos bajos en grasas
Ricos en calcio y vitamina C, ayudan a construir y preservar la masa muscular, esencial para tener un metabolismo funcional.
Té verde
Según reportes del American Journal of Clinical Nutrition, beber cuatro tazas de té verde al día ayuda a perder en promedio 2.7 kg de peso en ocho semanas, ya que acelera el metabolismo.
Tomates
Reducen la acumulación de lípidos en la sangre y actúan como buenos depurantes para que la grasa no se acumule.
Lentejas
Una taza contiene el 35% del total de hierro que necesitas en un día. Buena noticia, ya que el 20% de nosotros tenemos deficiencia de hierro. Cuando te falta un nutriente, tu metabolismo se hace lento porque tu cuerpo no está obteniendo lo que necesita para funcionar eficientemente.
Manzanas
La razón por la que las manzanas son buenas para quemar grasas reside en el hecho de que llevan ricos nutrientes, vitamina C, flavonoides y beta-caroteno. Ten en cuenta que debes consumir de dos a tres al día.
Cerezas
Además de ser excelentes para el sistema digestivo, para el corazón y de disminuir el colesterol o el ácido úrico, las cerezas regulan el metabolismo para reducir la sensación de hambre y cuidar a la vez de tu salud.
Es importante complementar la dieta con una buena rutina de ejercicios y hacerte asesorar por un nutricionista.