El Presidente boliviano, en el marco de la celebración del día del mar anunció que presentará una nueva demanda contra Chile en la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
La nueva arremetida, apunta a que el uso de las aguas del Silala es un “robo” porque no sería un río internacional como ha sido reconocido históricamente entre los dos países y explícitamente en el tratado de 1904 , sino que es un manantial boliviano, que fue desviado artificialmente hace más de 100 años. Esto a partir de una concesión a una empresa chilena /inglesa en 1908, The Antofagasta and Bolivia Railway Company Limited la que habría modificado los cauces de las aguas.
Chile según Morales habría explotado gratuitamente las aguas del Silala, con lo que habríamos ido acumulando una deuda de miles de millones de dólares, que nuestro país se habría “negado sistemáticamente a reconocer”. El presidente del Senado boliviano José Alberto Gonzales explicó que Chile consumía 4 millones 888 mil 80 metros cúbicos de agua, que al precio de dos dólares el metro cúbico, generaba una deuda que superaba con creces los mil millones de dólares.
Chile en cambio sostiene que el Silala es un río binacional, y que nuestro país tiene todo el derecho a utilizar sus aguas. Sin embargo, el tema del Silala fue incluido en el 2006 en la denominada agenda de 13 puntos. De hecho el 2009 en la primera administración de la Presidenta Bachelet se negoció un preacuerdo en el que Chile se comprometía a pagar el 50 % del uso de esas aguas, equivalente a 15 mil dólares diarios ,mientras que el otro 50 % estaba sujeto a un estudio. Instancia en la que se debatió por cierto si era un río internacional o un manantial, sin llegar a un acuerdo explícito sobre esta materia. Sin embargo, el comité Cívico de Potosí – departamento boliviano donde se ubica el Silala, rechazó el acuerdo porque nuestro país no reconocía lo que para Bolivia, era una deuda histórica.
La Cancillería chilena ha señalado que va a plantear una contrademanda a Bolivia si presenta su denuncia ante La Haya. Sin embargo, no resultan claros los fundamentos para una iniciativa de esa naturaleza. Se ha indicado que se argumentará que Bolivia no habría agotado todas las instancias internas antes de recurrir a un organismo internacional y además se invocará este pre acuerdo del 2009, en la que se negoció un uso compartido de las aguas, pero que a última hora Bolivia no quiso firmar.
El problema de sustentar esta demanda en esos fundamentos, es que Bolivia no está obligada a agotar todas las instancias para ir a La Haya, y lo segundo es que la agenda de 13 puntos que contempló el acuerdo del 2009 , dejó abierto un flanco que le permite a Bolivia aducir que Chile estuvo dispuesto a discutir si el Silala es un manantial y no un río internacional, modificó con su conducta lo que está establecido en el Tratado de 1904 y más aún estuvimos dispuestos a pagar por el uso de las aguas del Silala, estableciendo el precedente que sus aguas no son de libre disposición, que es lo propio de un río internacional. Argumentos todos; que Bolivia utilizará de manera contundente, en el caso que lleve el caso a La Corte Internacional de Justicia.