El juez del Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil, Henrique Neves da Silva, afirmó este lunes que serían necesarios por lo menos cuatro meses para la convocatoria y realización de nuevas elecciones presidenciales, como defienden sectores del oficialista Partido de los Trabajadores (PT).
Según el magistrado, ése sería el tiempo mínimo necesario para la aprobación de la convocatoria en el Congreso y el aval del Supremo Tribunal Federal (STF) a la propuesta.
La posibilidad de nuevas elecciones fue ventilada por dirigentes del PT después de la derrota del gobierno el domingo en la Cámara de Diputados, que aprobó la admisibilidad del proceso de «impeachment» contra Rousseff.
La presidenta, de acuerdo con los petistas, podría enviar al Congreso una propuesta de elecciones para octubre próximo -coincidentes con las municipales ya programadas-, reduciendo su mandato, que termina formalmente en 2018.
Neves da Silva explicó que, además de la aprobación de la propuesta, sería necesario preparar toda la logística, incluyendo la presentación de candidatos.
Otra dificultad es que cualquier modificación en el calendario electoral debería ser refrendada por el STF, puesto que las modificaciones legales entran en vigencia un año después de haber sido aprobadas.
El ministro del TSE recordó también que los Tribunales Regionales Electorales han realizado nuevas elecciones para alcalde en un plazo de dos a tres meses.
La expectativa es que la dirección nacional del PT trate la propuesta de nuevas elecciones en una reunión prevista para este martes.
Los autores de la propuesta afirman que un eventual gobierno del vicepresidente Michel Temer sería ilegítimo porque resultaría de un «golpe», y sólo un nuevo presidente legitimado en las urnas podría garantizar estabilidad política en el país.