RADIOGRAFIA DE UNA ENFERMEDAD DEVASTADORA
Es como si todos los días se cayera un avión de mediano porte y no quedaran sobrevivientes. Ese es el impacto que produce en todo el mundo la Meningitis, cobrando al menos diariamente, 137 víctimas fatales.
La bacteria del meningococo es capaz de mutar y evadir, sin demasiado esfuerzo, los mecanismos de defensa del organismo. Además se caracteriza por reunir otros atributos que facilitan su potencial infectivo: se aloja en la nariz y la garganta del 10% al 20% de las personas, aunque en algunos grupos, como los adolescentes, su tasa de portación alcanza hasta el 40 %. Durante epidemias, hasta el 80% de una población puede llevar la bacteria en sus narices y gargantas (portación nasofaríngea).
Si la bacteria cruza la mucosa nasofaríngea, el organismo no alcanza a combatirla e ingresa al sistema nervioso central, pudiendo – aun con tratamiento antibiótico y en muy pocas horas- cobrar la vida del 10 al 20% de quienes enferman. En algunas situaciones, la tasa de letalidad sobrepasa el 30%, como se verificó con la variante W identificada en Chile, Argentina, sur de Brasil y Reino Unido. Sin tratamiento, la mortalidad es mayor al 50 %.
Es su mortalidad y las graves secuelas entre sus sobrevivientes (sordera, amputaciones, déficit neurológico) que la Organización Mundial de la Salud (OMS) la considera una urgencia médica y obliga además a su reporte inmediato.
PREVENCIÓN DE LA MENINGITIS
Las primeras vacunas desarrolladas contra la meningitis A y C en los años 1970 fueron sustituidas por vacunas conjugadas, que tienen mayor capacidad de proteger a los niños menores y de estimular la memoria inmune. Desde 1999 se dispone de vacunas conjugadas contra el meningococo C, ya incorporadas en los esquemas de vacunación de muchos países y, en 2005, fue desarrollada la primera vacuna tetravalente capaz de proteger contra los serogrupos A, C, Y y W, indicada para niños y adultos.
Las autoridades de salud de cada país avalan las vacunas contra el meningococo basándose en la información epidemiológica local y buscan proteger los grupos de mayor riesgo, como niños o adolescentes y personas con asplenia anatómica o funcional (sin bazo), sin embargo, la enfermedad meningocócica también afecta a personas previamente saludables.
Los médicos deben orientar a sus pacientes sobre los riesgos de la infección y los beneficios de la vacunación en cada país. La vacunación contra meningococo se recomienda en niños, adolescentes y algunos grupos de adultos.
SÍNTOMAS MENINGITIS BACTERIANA
• Fiebre alta.
• Vómitos.
• Dolor de cabeza intenso.
• Rigidez en el cuello.
• Cambio en el estado de ánimo.
• Sensibilidad a la luz