El bombero William Lindler le salvó, aunque el cachorro tenía quemaduras en el 75% de su cuerpo, incluidas las almohadillas de sus patas. Pronto, sus dueños le abandonaron en el veterinario porque no podían hacer frente a lo que costaban sus cuidados. Por suerte para el perrito, el mismo bombero que le rescató decidió adoptarlo cuando se enteró de lo que ocurría.
Rodeado de gente cariñosa en el cuartel de bomberos de Hanahan, Jake se recuperó deprisa. Se ha convertido en la mascota oficial del cuartel y ahora va a los colegios a ayudar a los niños a aprender sobre seguridad y qué hacer en caso de emergencia. ¡Hasta tiene su propia placa! “Sinceramente, me gustaría conseguirle un certificado como perro terapéutico para niños que han sufrido quemaduras,” dice Lindler. “Para que los niños supieran que no importa el mal aspecto que tengan, este perro sobrevivió a todas sus quemaduras cuando solo tenía 4 semanas de vida y aún así está precioso.”