Cada año vemos como el 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer y se ponen en el tapete los temas relacionados con la igualdad de género. Aunque generalmente la discusión se centra en eliminar la brecha salarial, lo que está detrás es el rol de la mujer en la economía mundial.
Hace décadas atrás, la integración de las mujeres al área laboral produjo un gran cambio cultural y económico, pero es hoy cuando no solamente son consideradas mano de obra, sino que también pueden llegar a dirigir un país o una gran empresa. De hecho, en un acto conmemorativo del Día, la Presidenta Michelle Bachelet afirmó que “las mujeres son también un motor de la economía (…) Chile tiene un desafío claro y lo estamos asumiendo: cerrar las brechas y abrir nuevas posibilidades para la participación de la mujer en un espacio tan importante como es el crecimiento de la economía y la creación de empleo”.
Entonces, ¿cuál es el rol de las mujeres en la economía mundial? “El papel de la mujer en la economía no tendría por qué ser diferente al del hombre. En las últimas dos décadas la mujer se ha integrado de manera impresionante a la fuerza de trabajo, lo que ha significado un cambio espectacular en las dimensiones relacionadas con el empleo. La mujer tiene la característica de ser más horizontal, es decir, genera una red de contactos, establece relaciones interpersonales con el equipo, etc. Esashabilidades denominadas ‘blandas’ en el mundo laboral son muy valoradas y más aún para liderar empresas”, explica el director de la Escuela de Administración y Gestión de la Universidad del Pacífico, Nelson Stevenson.
El papel de acción de las mujeres en la economía mundial depende de la actividad que realicen. “Hay mujeres que son dueñas de casa, por lo que su rol es de decisiones de consumo, pero hoy en día la mujer cada vez es más instruida. De hecho, según cifras del INE, las mujeres estudian en promedio más que los hombres, es decir, tienen más grados académicos. Y esa persona es la que hoy está tomando decisiones de inversión, de compra, de venta, etc; en definitiva, es lo que mueve la economía”, asevera Stevenson.
De hecho, según un informe del Banco Mundial, las mujeres controlan del 65% de las decisiones de compra totales en bienes y servicios a nivel global. Pero su poder en la economía mundial no se queda ahí. En la última década, que va desde el 2000 al 2010, las mujeres han desempeñado un papel fundamental en la disminución de la pobreza, ya que al cruzar las tasas de participación de mujeres con los índices de extrema pobreza, se nota que el alto impacto de las féminas.
“El día en que todas las mujeres jóvenes trabajen, y también sus parejas, se acabará la pobreza en Chile. Pero implementar eso requiere de políticas de Estado consistentes. Gran parte de las mujeres que hoy en día no trabajan es porque no tienen con quien dejar a sus hijos. En ese caso, cuando haya una red de jardines infantiles, cuando haya movilidad de transporte, etc., se podrá lograr”, explica el experto.
La relación entre las mujeres y el crecimiento económico es de maravilla. De acuerdo a un estudio del Peterson Institute for International Economics, las empresas que tienen a mujeres en puestos de liderazgo son más rentables. El sondeo, que analizó 21.980 empresas en 91 países, asegura que el tener al menos un 30% de presencia femenina en altos puestos ejecutivos, les asegura un 15% más de beneficios. En tanto, un informe reciente del Fondo Monetario Internacional (FMI) señaló que si se aumenta la participación laboral de las mujeres, el Producto Interno Bruto (PIB) de una economía crecerá entre 5 y 34%, especialmente en las economías emergentes.
“La mujer, con sus habilidades innatas, cambia la cultura organizacional de una empresa, lo que la hace más rentable, más productiva. Es un gran aporte que hay que reconocer y tener en cuenta. En Chile, lamentablemente aún la mujer está en posición inferior en términos de renta, pero ya han aprobado varias leyes que apuntan a establecer una igualdad, como la del Postnatal”, indica el académico de la Universidad del Pacífico.
Para Stevenson, quien también es Director del Magíster en Marketing y Negocios Internacionales, los datos son claros, pero es necesario cambiar la cultura del país. “En América Latina, y Chile no se escapa, la cultura le asigna a la mujer ciertos roles diferentes a los que se le dan a los hombres. Esto se refleja desde las mesas directivas hasta en lo más mínimo. Por ejemplo, en el simple hecho de que cuando se está en una reunión y se debe anotar algo, se asume que es la mujer la que va a hacerlo, independiente de su grado de profesión. ¿Por qué ella? Es un arraigo cultural que aún persiste”, recalca.
Los países han tratado de cambiar esa cultura a la fuerza, estableciendo por ley puestos para mujeres en altos cargos. Por ejemplo, Noruega estableció que al menos debe haber un 40% de mujeres en los consejos de administración de las grandes empresas. En Estados Unidos se espera que en 2020 las compañías tengan al menos un 20% de presencia femenina, mientras que en Reino Unido el objetivo es llegar al 30%.
En Chile, este verano se aprobó una ley con criterios de cuotas de género, que establece que en los partidos políticos ninguno de los dos sexos podrá superar el 60%, sin embargo, Nelson Stevenson cree que esa no es la solución. “El mayor daño que se le puede hacer al género femenino es poner cuotas, es decir, que en todas las empresas debe haber un porcentaje de mujeres en los puestos, o que en todos los partidos políticos deben tener participación. Eso hace daño, porque la mujer tiene que ganarse el puesto como todos, sin forzar esa discriminación”, concluye el director de la Escuela de Administración y Gestión de la Universidad del Pacífico.
