El ex gerente general de SQM Patricio Contesse evaluaría, por primera vez, entregar su testimonio ante el Ministerio Público. El cambio de estrategia ocurre luego de la publicación de los correos electrónicos con el ex senador y ex ministro UDI Pablo Longueira y a una mayor confianza en el nuevo jefe de la investigación, el fiscal regional de Valparaíso, Pablo Gómez, según consigna hoy La Tercera.
Contesse es quien más ha criticado el actuar de la fiscalía: Su defensa cuestionó la incautación de documentos de las oficinas de la empresa hasta el Tribunal Constitucional; se negó sistemáticamente a declarar ante la fiscalía, el Servicio de Impuestos Internos (SII) e incluso ante la consultora Shearman & Sterling, que fue contratada por sus ex empleadores.
De hecho, el abogado de Contesse, Samuel Donoso, cuestionó la licitud en la obtención de los correos por parte de Qué Pasa y The Clinic, destacando que el Octavo Juzgado de Garantía no ha autorizado el acceso a las comunicaciones electrónicas de su cliente.
La idea de Donoso es anular estas comunicaciones (con Longueira y el senador PS Fulvio Rossi) como pruebas.
La eventual declaración de Contesse ante la Fiscalía es sin duda un cambio radical en su estrategia. Testimonio que podría ser un aporte “sustancial” a la investigación.
¿Cómo se dio el acercamiento? Donoso se reunió en reserva con el fiscal Gómez en Santiago, a quien manifestó que su cliente se ha mostrado ansioso con el encierro (lleva nueve meses arresto domiciliario).
Por tal motivo, la defensa de Contesse planteó al persecutor que a cambio de su declaración la Fiscalía no se oponga a una futura petición para rebajar la medida cautelar a una menos gravosa, como el arresto domiciliario nocturno.
Asimismo, Donoso no rechazará la ampliación del plazo de investigación que Gómez pedirá el 25 de febrero, en caso de alcanzar un acuerdo.
Por su parte, los fiscales aspiran a que Contesse reconozca su responsabilidad en los delitos tributarios que se le imputan para poder evaluar un juicio abreviado cuando llegue el momento.
“La gente se empieza a dar cuenta de que puede recibir penas efectivas y se asusta. Ya pasó en el primer abreviado del caso Penta. Sólo una colaboración sustancial puede llevar a una rebaja de pena”, dice una fuente de fiscalía a La Tercera.