La fotógrafa británica Jo Broughton trabajó limpiando los sets de películas XXX para poder pagarse sus años de estudio y aprovechó la oportunidad para documentar la escenografía, cuando los actores se habían marchado y ya todo estaba en calma. Esto es parte de su trabajo luego de 15 años y que reunió en el libro «Empty Porn Sets».
«Como encargada de la limpieza pude ver los sets en plena luz del día y limpiar el desorden era como estar en una escena del crimen», cuenta Broughton.
En las siguientes imágenes destila una tranquilidad que contrasta con el frenesí propio de la industria del porno.
Según Broughton, el trabajo también le ayudó a darse cuenta de «que siempre hay dos partes de la historia: la luz y la oscuridad».