“El flujo vehicular aumentaría un 19% la próxima semana en Santiago”, así titula el medio Emol el viernes 26 de febrero, indicando que las autoridades presentaron un plan de contingencia que contempla el aumento en la frecuencia del transporte público para enfrentar un 19% más de flujo de autos en Santiago, en comparación con la última semana de febrero.
Ante esto, el ministro de Transporte, Andrés Gomez Lobos, explicó que el plan de contingencia para enfrentar el llamado “súper lunes” y los primeros días hábiles de marzo, en relación al flujo adicional de vehículos contemplaría medidas para prevenir la congestión.
Ante este panorama el Intendente Claudio Orrego advirtió que en Santiago hay cuatro puntos donde, producto de la realización de obras viales, habrá dificultades en el desplazamiento de vehículos. Estos sitios son la ex rotonda Pérez Zújovic, Vicuña Mackenna, Rinconada de Maipú y la Norte Sur a la altura de Lampa (en dirección a Santiago).
Por otro lado Santiago enfrenta la problemática de que 22 de sus ejes viales experimentarán una situación crítica desde el próximo ‘súper lunes’ debido a la avalancha de 287 mil autos adicionales que harán su entrada desde los balnearios y principales zonas turísticas.
Por tanto Santiago vivirá otra vez su acostumbrado drama anual de congestión vial y estrés en la conducción que tiene a los santiaguinos con el peso de cargar con la fama de ‘mal genios’, ‘alterados’ y ‘prepotentes’ entre el resto de regiones chilenas.
¿Pero cuál es la dimensión del drama? Chile ya tiene más de cuatro millones de vehículos-más de 4.168.980 autos en todo Chile según el INE- y se espera que para el 2020 llegue a los siete millones. Los expertos ya advierten que la falta de infraestructura y medidas atractivas para bajar a los chilenos de los autos causará un caos y sobrecarga insostenible en las calles no solo del gran Santiago sino además en regiones, donde incluso tienen un nivel de crecimiento de su parque automotor superior al de Santiago.
Sólo en Santiago la cantidad de autos supera de largo el 1. 300.000, los cuales tienen una antigüedad promedio de 5,4 años, situación que en absoluto se repite en el resto de ciudades del país: Los autos más viejos se encuentran en Linares y Castro con 18 años de antigüedad. En Curicó, Los Angeles y Chillán tiene 16 años y en el Gran Valparaíso 7 años, en tanto que Iquique, Antofagasta y Gran Concepción poseen vehículos de 8 años promedio.
Y se prevé que en solo 10 años habrá el doble de autos en Santiago: el año 2026, la cifra será de ¡2.650.000! de autos moviéndose en la capital. Por ejemplo en Peñalolén el parque automotriz aumentó más del 500% en la última década, en el año 2003 esta comuna tenía 15.237 automóviles y en Santiago había solo diez comunas con un parque de automóviles más grande, una década después esta comuna del sector oriente ostenta la imposible cifra de 79.141, y solo es superada por Las Condes-82.207-.
El subsecretario de transporte, Cristián Bowen, aseguró que “no hay lugar que aguante una cantidad infinita de autos, por lo que se hace necesario aplicar medidas. Si no hacemos algo, estimamos que el año 2020 tendremos siete millones de vehículos en el país, es decir, un crecimiento del 64% respecto del 2013”.
¿Por qué cuesta tanto que los chilenos se bajen del auto? Louis de Grange, experto en transporte de la U. Diego Portales, explicó que el auto representa mucho más que un medio de transporte. “Eso es lo que muchos técnicos les cuesta entender. El auto no es para realizar el viaje, el auto es el living de tu casa. Así de simple. Te entrega un nivel de intimidad que no te entrega ningún otro medio de transporte. Te da estatus, por eso es tan difícil bajar a la gente del auto”, aseguró el académico.
Por eso, explica el experto en movilidad, falta, por ejemplo, una política de estacionamientos concesionados en las estaciones de metro.
Bowen dice que el 2014 se conformó una Comisión Pro Movilidad Urbana, con el objetivo de entregar a la Presidenta Bachelet una serie de medidas para mitigar la congestión en las ciudades y que propone entre otras medidas zonas de exclusión al tránsito de vehículos particulares y promover el transporte público.
El subsecretario indicó que “”parte de los problemas del transporte público es que hay muchos autos en la calle, haciendo más lento el desplazamiento.
Por otro lado el ex presidente de la Comisión de Pro Movilidad, Germán Correa señaló que el problema no se soluciona aumentado la infraestructura, medida que califica de simplista y poco eficaz. “En ningún país del mundo la infraestructura crece al mismo ritmo que el parque automotriz”.