Mojo y Max son dos gatos ancianos, de 11 y 16 años respectivamente, ambos se encontraban en el refugio de oontrol de animales del condado Anne Arundel en Maryland, Estados Unidos. Y era muy probable que sus días acabaran sus días en una jaula, pero de repente ocurrió un milagro que les cambió sus vidas.
Una amable mujer adoptó a Mojo, y a los pocos días después volvió a por su compañero Max. Dijo que Mojo era una mascota maravillosa, pero no podía sacarse de la cabeza a su amigo de 16 años: “La idea de que acabara sus días en una jaula me rompía el corazón.”