A qué chileno no le gustaría poder optar a un crédito por ejemplo de 24 millones, a pagar en 28 cuotas y sin ningún tipo de interés? Pues bueno, esto es una realidad que se vive, ni más ni menos, entre los honorables diputados de la República.
Una auditoría externa realizada por la consultora Ossandón & Ossandón que revisó movimientos de dinero en el Congreso en el 2014, plasmó dentro de sus conclusiones un «Registro inadecuado de préstamos otorgados a diputados por parte de la Cámara». Se trata de créditos que se entregan hasta en 28 cuotas, y en condiciones que no consideran intereses ni reajustes a diputados. Esta es la segunda oportunidad, desde 1990, que se realiza un ejercicio de este tipo a la Corporación. La otra se realizó en 2011, pero en el Parlamento explican que se trató de una auditoría de menor profundidad.
Según explica «El Mercurio», medio que tuvo acceso al resultado del análisis, el documento fue entregado a la Cámara en agosto del año pasado, en un texto original con seis copias. Ese texto fue enviado el 11 de agosto de 2015 a la comisión Revisora de Cuentas de la Cámara que preside el diputado DC José Miguel Ortiz. Sin embargo, la instancia no ha sido convocada desde el 29 de julio pasado, fecha en que se registra su última sesión.
Escaso control interno
En el prólogo del documento se plantea la existencia de «debilidades significativas en el sistema de control interno, tales como no registro de obligaciones y servicios ejecutados en el periodo 2014 y registrados en el periodo 2015, depósito no contabilizado por M$ 574.798 y registro inadecuado de préstamos otorgados a diputados por parte de la Cámara de Diputados». En las páginas 32 y 33 se abordan los créditos bajo el título «Otorgamientos de préstamos». En este punto, el auditor estableció que «dentro de la revisión al control interno al 31 de diciembre de 2014 detectamos préstamos otorgados a un señor diputado en el período 2013 y además dos préstamos otorgados en el período 2014, los cuales son descontados en 28 cuotas sin ningún reajuste». El aludido parlamentario concentra seis créditos, por la suma total de $44 millones. A su vez, en la misma carpeta de las conclusiones de la auditoría se identifica con números a otros diputados que tienen préstamos. Se trata de cinco parlamentarios: el «diputado 1» registra $18 millones. Luego, el «diputado 2» recibió $12 millones; $24 millones el «diputado 3», mientras que el «diputado 4» solicitó $6 millones y el «diputado 5» pidió $200 mil. En suma, son $104 millones el monto entregado a dos DC, un PPD, un RN, un UDI y un PS.
«El Mercurio» explica que además se realizan dos observaciones: «Creemos importante analizar si de acuerdo a los estatutos de la institución existe la facultad de otorgar préstamos a los señores diputados, ya que de alguna manera se está haciendo uso de un presupuesto en el cual no existe asignación». Y seguidamente se lee que «el registro contable de esta transacción es erróneo y poco transparente, ya que al otorgar el préstamo se registra como un gasto, y no como una cuenta por cobrar a un tercero, lo que dificulta el control de ésta». A continuación, la auditoría establece los riesgos y posibles efectos. Al respecto, se señala: «La omisión de activos en la contabilidad produce el riesgo de no contar con toda la información relativa a los recursos disponibles en los estados financieros de la corporación, además de la existencia de posibles situaciones de errores y/o irregularidades sin que la administración pueda detectarlas», se agrega en el documento.
La consultora externa realiza dos recomendaciones: «Analizar si existe la facultad para otorgar este tipo de préstamos, y si es así, definir quién lo autorizará y cómo se definirán número de cuotas y reajustes», además de «instruir a que el registro contable sea el adecuado, revelando como una cuenta por cobrar los préstamos otorgados». La Administración de Cámara responde en el documento que «se tomarán los resguardos contables para dejar debidamente reveladas estas deudas por recuperar».