Si bien la tecnología puede tener varios beneficios para los niños, ya sea desde el punto de vista del aprendizaje como de la entretención, hay que tomar ciertas precauciones respecto al tipo de aparato que usan y a los tiempos de exposición. Karla Anavalón, profesora de Educación Básica y directora de la Editorial Caligrafix, explica en qué fijarse a la hora de hacer un regalo de este tipo.
Regalar aparatos tecnológicos es cada vez más común en fechas como Navidad, y lo cierto es que ya no se trata de dispositivos solo para adultos, debido a que el segmento de los niños se ha incorporado fuertemente al mercado y hoy podemos ver tablets y celulares –entre otras cosas– especialmente diseñados para los más pequeños de la casa.
Pero, ¿es realmente conveniente regalar este tipo de cosas a los niños pequeños? “La tecnología puede tener varios beneficios para los niños, tanto para la entretención como también para su aprendizaje, pero hay que tener cuidado con la cantidad de tiempo que le dedican a este tipo de actividades”, explica Karla Anavalón, profesora de Educación Básica y directora de la Editorial Caligrafix.
De acuerdo a lo señalado por la experta, el excesivo uso de dispositivos tecnológicos por parte de los niños puede provocar un impacto negativo en el desarrollo cerebral de los menores. “La exposición excesiva a las tecnologías, puede asociarse con alteraciones en la función ejecutiva y con déficit de atención, problemas de aprendizaje, aumento de la impulsividad y de la falta de autocontrol (rabietas)”, dice.
La profesional también advierte sobre otros riesgos de la exposición descontrolada de los menores a la tecnología:
Obesidad infantil: El sedentarismo que implica el uso de las tecnologías es un problema que está aumentando entre los niños, y tiene directa relación con la obesidad, lo que lleva a problemas de salud como la diabetes y complicaciones vasculares y cardíacas.
Alteraciones del sueño infantil: Los estudios revelan que la mayoría de los padres no supervisan el uso de la tecnología de sus hijos, en sus habitaciones, con lo que se observa que los niños tienen más dificultades para conciliar el sueño. La falta de sueño afectará negativamente a su rendimiento académico.
Enfermedades mentales: Algunos estudios comprueban que el uso excesivo de las nuevas tecnologías está aumentando las tasas de depresión y ansiedad infantil, trastornos de vinculación, déficit de atención, trastorno bipolar, psicosis y otros problemas de conducta infantil.
Conductas agresivas en la infancia: La exposición de los niños a contenidos violentos y agresivos, puede alterar su conducta. Los niños imitan todo y a todos. Por eso se hace necesario vigilar el uso y la navegación de los niños en móviles o tabletas.
Falta o déficit de atención: El uso excesivo de las nuevas tecnologías puede contribuir a déficit de atención, disminuir la concentración y la memoria de los niños, gracias a la gran velocidad de sus contenidos.
Adicción infantil: Los estudios demuestran que uno de cada 11 niños de 8 a 18 años son adictos a las nuevas tecnologías. Cada vez que los niños usan dispositivos móviles, se separan de su entorno, de amigos y familiares.