El pasado 27 de noviembre, el gerente general de Friosur S.A., Eduardo Bruce, articuló una jugada estratégica junto al presidente del CORE de Aysén, Miguel Ángel Calisto, y al presidente de la Comisión de Fomento y timonel del PS comunal, Julio Rossel.
La idea del grupo, a través del Consejo Regional de Aysén, fue presionar al gobierno para que regionalice los recursos pesqueros con el fin de evitar que sigan siendo extraídos por embarcaciones de la región del Bío Bío
Justificaron la petición asegurando que «la pesca ilegal no discrimina especies y, en esas acciones al margen de la ley, se extraen también otros recursos demersales que presentan una sobre explotación, como la merluza austral y el congrio dorado, dañándose así su biomasa e hipotecando aún más la ya alicaída actividad«.
En la ocasión, Calisto hizo hincapié en que este acuerdo se alcanzó unánimemente, absolutamente alejado de cualquier pretensión ideológica. Sin embargo, en la zona se conocen su accionar político, así como el de los otros.
Durante semanas se debatió sobre la relación laboral que tenía el presidente del Senado, Patricio Walker, con el propio Miguel Ángel Calisto. El vínculo, que aparece en la sección de transparencia de la página del Senado, se inició en marzo de 2014 cuando Calisto asumió la presidencia del CORE.
Calisto, ex PRI y otrora delfín de Adolfo Zaldívar, presta asesorías comunicacionales a Walker a través de su empresa de comunicaciones.
Respecto a Julio Rossel, las directivas y la coordinación de los cuatro núcleos del PS de la Comuna de Aysén denunciaron una situación que, a juicio de ellos, raya en el nepotismo y en la falta de ética: «El haber sido contratado por INDAP y su hermano en el GORE con muy buenos sueldos y en fechas posteriores a su nombramiento como Consejero Regional«.
Por lo anterior, lo emplazaron a «moderar su comportamiento y lo haga como un militante disciplinado tal como lo dice nuestro himno, puro y sincero, al que queremos agregarle la palabra honesto»
También se encontraba ese 27 de noviembre, Renato Flores, en representación de un grupo de pescadores artesanales. «Las embarcaciones de la región del Biobío que vienen a pescar a la zona extraen de todo y operan prácticamente sin ningún tipo de control, ya que incluso apagan los posicionadores satelitales evitando con eso ser controladas«, señaló el dirigente.
Fuentes al interior del gobierno precisaron que la intención de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca) es otra: «Impulsar proyectos de modificación legal que permitan crear Flota Interregionales artesanales que permitan que el esfuerzo pesquero -como las lanchas- se muevan atrás del recurso Reineta».
De esta forma, dicen, «se aleja la inmovilidad impuesta por la dictadura de Augusto Pinochet Ugarte».
Lo cierto es que Rodrigo Azócar, ex asesor de Pablo Galilea, hombre de confianza del diputado Iván Fuentes y propietario de Aycon Consultores LTDA, junto a Renato Flores se oponen por una razón poderosamente económica y que beneficia a sus bolsillos: habrían firmado un convenio con la flota de la Décima Región para que ellos entren a la región de Aysén a pescar la Reineta.
De no existir un proyecto de ley que impulse las Flotas Interregionales todo quedará en status quo, lo que para algunos pescadores artesanales favorece a Friosur S.A. y su socio islandés que son los únicos que actualmente extraen el recurso de la Reineta.