Enclavado en la comuna de Queilen, en la isla grande de Chiloé, Islote Conejos encanta a los visitantes por su extraordinaria biodiversidad. Los pingüinos que llegan cada temporada son el principal atractivo de este pequeño territorio, que cada vez más concita el interés de los turistas.
Con su desmembrada geografía, el Archipiélago de Chiloé encierra una exquisita gastronomía, antiquísimas tradiciones y una arquitectura única, razones de sobra para convertirla en una de las zonas más requeridas por los turistas que cada año viajan a la Región de Los Lagos. Recorrer sus parajes es también adentrarse en sus escondidos tesoros naturales y en la biodiversidad que sólo este territorio puede ofrecer.
Islote Conejos es uno de ellos. Se ubica a 65 kilómetros de Castro y su carta de presentación es una extensa colonia de pingüinos Magallánicos que anida cada temporada de verano. Son alrededor de quinientos ejemplares de estas aves que conviven armónicamente con especies endémicas como la garza, quetros, ostreros o los zarapitos; estas últimas, aves migratorias que viajan miles de kilómetros desde Alaska para descansar y alimentarse en playas chilotas.
Otro de los invitados regulares en estas aguas son los delfines Australes y Chilenos, los que jugueteando dan la bienvenida a cada embarcación que navega por el lugar, trayecto en que también se pueden apreciar ejemplares de lobos marinos, fardelas negras, cormoranes y con algo de suerte la esquiva marsopa espinosa.
Inigualable espectáculo natural que comienza a consolidarse como uno de los atractivos turísticos que gana su espacio en Chiloé. Bien lo saben Jessica Godoy y Jorge Loaiza, una familia queilina que literalmente se embarcó en la tarea de difundir la belleza que encierra cada rincón de este paisaje insular.
PASEOS EN LANCHA
Así lo comenta Jessica Godoy, quien señala que hace 5 años apostaron por iniciar su proyecto turístico. Quilun Ecoturismo Marino se dedica principalmente a la observación de la fauna desde la embarcación de nombre Kaweskar, con una capacidad de 12 pasajeros. Todo acompañado de una exquisita gastronomía, ya que en medio de la navegación se ofrece la degustación de mariscos de la zona para quienes se atreven a vivir esta experiencia.
“El viaje que estamos haciendo es la Ruta Pingüineras- Delfines y dura alrededor de 2 horas 20 minutos. Salimos desde la costanera de Queilen, navegamos hacia el islote Conejos, frente a la Isla Tranqui, donde se encuentra la colonia de pingüinos. Luego regresamos por la costa para el avistamiento de delfines tras lo cual retornamos a puerto. Toda la ruta se desarrolla por el Canal de Queilen”, apunta.
Una propuesta también con acento en lo ecológico y centrada en causar el menor impacto posible en el hábitat de cada una de las especies que viven en esta zona del mar interior de Chiloé. “Hay una gaviota en el islote que no se ve en otro lugar que no sea allí, la gaviota austral. Está también el pilpilén negro y común, pelícanos y el mayor atractivo, aparte de los pingüinos, son los delfines. A parte, esta ruta no se hace tan larga para el pasajero, ya que en el trayecto se ven muchas cosas distintas, el mismo entorno natural, las islas, la cordillera y tres volcanes son parte del paisaje”.
Jessica Godoy agrega que próximamente se sumará una nueva embarcación que permitirá una mayor capacidad de pasajeros, inversión que es parte del compromiso adquirido por mejorar el servicio para los visitantes y el creciente interés visitar el lugar. Esto se ve reflejado en el aumento que ha experimentado la demanda en los últimos años.
“Desde que empezamos el 2012 se ha notado bastante el aumento de turistas a medida que nos hacemos conocidos. La última temporada tuvimos cerca de mil 300 pasajeros en temporada alta, cerca de un 90 por ciento nacionales y el resto extranjeros. Pero esta temporada ha cambiando, adelantamos la temporada y son muchos más los extranjeros los que vienen a tomar la ruta, Contamos con todas las medidas de seguridad”, precisó Jessica Godoy.
